viernes, 22 de enero de 2021

Expectativas y esperanzas

Salgo hacia el colegio en 30 minutos, así que voy a ser más que breve. Comienzo por la anécdota del día. 

Como siempre, espero en la puerta de clase a que el otro profesor salga. Es lo habitual. Entro al modo que me enseñaron. Sin correr, por un camino diferente, hablando con algún alumno y preguntando a todos qué tal están. Esto cuando no había covid. Ahora espero a que se ventile todo. Estando en el umbral, una alumna venía hacia mi lugar. Yo pensaba que venía hacia mí. Mi sorpresa, solo iba a limpiarse las manos con el producto estrella del año. Me he reído. Entonces me ha preguntado qué tal. 

En la siguiente clase, lo mismo. Ya la última de la semana. Espero en el umbral. Viene un alumno. He pensado que iba a limpiarse las manos. Esta vez iba a saludarme. Los dos nos hemos ido a por Natalia, la otra alumna, que justamente salía de clase. Y nos hemos reído en el pasillo. 

El evangelio suele leerse ya sin sorpresa por quienes lo conocen y los que no lo conocen no suelen sorprenderse tampoco. Sin embargo, yo descubro cosas nuevas cada día. O creo descubrirlas. El caso es que estoy ahí, dándole vueltas. 

En aquella época, el que venía de fuera era escuchado porque traía noticias. Existían caminantes casi profesionales. A modo de juglares medievales o aedos más antiguos. Se les escuchaba. En el caso de Jesús, parece que su fama le precedía y juntaba multitudes para enseñar. Pero cuando se ponía a hablar, contaba poco menos que parábolas para la gente del lugar. Insisto mucho en que la parábola es una invitación a fijarse en otra cosa, a partir de una realidad muy cotidiana y sabida por todos. El maestro, con las parábolas, parecía más bien enseñar poco. 

Por ejemplo, Lc 8,4ss, la historia que se cuenta no aporta ninguna novedad a los avezados agricultores a los que habla. Lo que dice lo saben hasta los niños. Es su cotidianeidad más absoluta. Sin embargo, al avisar de que es una parábola les invita a algo más, casi a fijarse a partir de su vida en algo distinto para cuyo acceso necesitan la llave fundamental, la clave del cofre y del tesoro del Reino. Quien habla, es precisamente la misma llave. 

Mirad cómo empieza. "Salió un sembrador a sembrar." ¡Toda una lección de vida! ¿Por qué la gente se quedaba a seguir escuchando? ¿Se trata de una lección esencial de agricultura? ¿Les iba acaso ese forastero de Galilea a contar cómo era su vida y las durezas de la siembra? Para quien no lo sepa, sembrar así es relativamente fácil. Te pones en el campo y lanzas con generosidad las semillas, para que caigan por doquier. La técnica, que la tiene, es la de la dispersión. 

Ahora bien, para sorpresa de todos, Jesús carga las tintas en el error, en la dificultad, en lo que cae fuera, en lo que no tiene hondura y en lo que no recibe luz de lo alto. Tres ejemplos, contra uno que sale bien. Todo sembrador sabe que no es proporcional, en absoluto. Lo más frecuente es la buena siembra, cuya cosecha supera con creces la humilde semilla de partida. Pero Jesús insiste esquemáticamente en lo que ya todo el mundo sabe. Quizá cuando vayan a sembrar la próxima vez, a lo mejor estaban en ese momento del año, recuerden sus palabras y, al tiempo que hacen lo que tienen hacer, estén buscando interiormente el Reino. 

Es una parábola, sin más. Los discípulos preguntan porque no entienden lo que quiere decir. Le están avisando sutilmente de que un buen maestro hablaría de otro modo y así ganaría más discípulos y asombraría con su conocimiento de lo profundo. Jesús no se hace rogar. E insiste en que a ellos, los más cercanos, se les va a revelar algo secreto (tres veces se repite de una u otra manera). Es probable que comprendieran más de esta manera, pero nunca todo del todo. 

Esta unidad literaria, diseñada en cinco movimientos, termina con una sentencia que equipara fertilidad con nueva fecundidad, con un nuevo nacimiento. Incluso María es puesta en otro lugar distinto del que un anónimo personaje la sitúa. La clausura de Jesús vincula a todos en la Palabra recibida en la escucha y vivida en la acción. 

LECTURAS

  • SÁEZ DE MATURANA, Francisco Javier, Juan el Bautista. Una aproximación al profeta del desierto, PPC. Ya lo tengo. Emprenderé su lectura esta noche, cuando se pueda. De momento va a pasar a la cola de los pendientes. No corre prisa ninguna. 
NOTAS

  • Hoy es la fiesta del B. Guillermo José Chaminade, fundador de los Marianistas. Un hombre para su tiempo y fecundo en los nuestros. Aproximarse a su biografía, que hoy devuelvo, me ha hecho comprender un impulso misionero en medio de la persecución cuya naturaleza es inexplicable. Debía contagiar afecto y confianza, servía de comunión y acercaba a Dios. 
  • Lo sigo señalando, para que luego no se diga. El horario de vida de los adolescentes no puede estar a merced de sus preocupaciones e interese. Es una estructura mínima de vida. Ver a un alumno que no puede sostenerse en una clase con normalidad me da mucha pena. Está perdiendo oportunidades esenciales. 
  • Respecto de la política nacional, vamos de escándalo en escándalo, de manipulación y discurso en manipulación y discurso. Los enfrentamientos entre los partidos justifican muchas violencias cotidianas. No entiendo a los ciudadanos que defienden a los políticos, en lugar de exigir que se defiendan sus derechos y sus libertades. 
  • Recomiendo encarecidamente no escuchar demasiadas noticias. Las pocas que llevo esta semana en el rato de radio de camino y vuelta del colegio me están saturando. Hoy las he apagado, sin más. Entonces es cuando he pensado de qué va a ir este blog en febrero, cuál será la locura que emprenda entonces. Estoy ya en ello. Como me voy otra vez para allá, a la celebración de Chaminade, le voy a dar un par de vueltas más. 
  • Sobre nieves y pelotas de nieve tendríamos que pensar ahora que podemos detenernos un poco. Con qué facilidad una tontería se convierte dando vueltas y vueltas en algo grande que a su paso lo destruye todo. Como el rumor. Como la queja. Soy un enemigo decidido de la queja. Se me quedó grabado y no olvido el ejemplo de Moisés. 

Al final de una clase, mientras hacen el test correspondiente con su tecnología disponible, me pregunto qué quedará. Ser profesor es un trabajo que requiere más humildad, más paciencia y más estructura de la que parece. En tiempos nuevos, no todo puede cambiar. Si algo cambia es para proteger lo esencial, que es interior a la vida misma, a la realidad, especialmente a cada persona y acontecimiento. 



jueves, 21 de enero de 2021

2 claves para el éxito de la educación digital

Hoy empiezo aproximadamente a las 16h, de diez en diez minutos. Con un poco de sueño, con un café despertando su efecto. No os pongáis serios por el título, que este blog es un diario de mezcolanzas bien pensadas o no. El caso es que ayer volví sobre este tema pero quedó desdibujado en el conjunto. 

En general, nos estamos pasando tres pueblos con el desprecio de la tecnología educativa y la educación tecnologizada. El salto que se ha dado en mitad de la pandemia es impresionante. Ni en las mejores planificaciones había atisbos de algo igual y tan extendido. Hay una clara mejora en la inmensísima mayoría de los educadores (da igual el ámbito) y una práctica continuada por parte de los alumnos (casi de cualquier nivel). 

Ahora bien, la urgencia por su implementación ha ido de la mano de la improvisación y la dinámica del ensayo-error. Esto ya es positivo, porque el aprendizaje realizado por los profesores está siendo significativo. Escuchar a un profesor contar qué hace ahora mismo en el aula, cómo enseña, revela dos o tres puntos fuertes en este ámbito. 

Si tuviera que decir las dos claves fundamentales, en las que deberíamos haber puesto más esfuerzo, serían: la interacción como acompañamiento y seguimiento, y la personalización en la evaluación. Algo que, en todos los estudios realizados en educación, es imposible con el sistema de horas y grupos que tenemos. Es decir, el salto se dará realmente cuando haya una flexibilización seria en esta organización y no en los contenidos propiamente. Es más, se podrían incluir más objetivos de los actuales, más contenidos de los actuales, más competencias de las actuales. Los que saben de esto están más que convencidos. 

  • Acompañar y seguir, estar cerca, ejercer de tutor, convertir el rol del profesor no en la máquina comunicativa que es en relación a los contenidos, sino en diálogo con las personas. Esto es acompañar. El éxito se produce con conversaciones significativas y seguimiento en pequeños grupos. En ciertas universidades este programa de mentoría general se hace por expertos. Su papel en la enseñanza secundaria actual es tan precario y con tan poca dedicación reconocida, que es imposible alcanzar una visión de conjunto nítida. Las familias llega un momento en el que, en la mayor parte de los casos, se sienten perdidos y no compensan desequilibrios, ni identifican necesidades. Simplemente refuerzan las asignaturas por notas, no van al fondo. Un tutor, de manos de una buena tecnología, con buen tiempo para acompañar en pequeños grupos, daría una calidad a la educación que fácilmente elevaría resultados, impidiendo las escandalosas cifras de fracaso y abandono. No lo digo yo. Lo dice mucha gente muy sensata, que yo leo. 
  • Personalizar, y pongo el inicio en la evaluación. Es decir, hacer ver el progreso del alumno, consciente de su punto de partida y de su evolución. Saber dónde está, cómo sigue dando pasos, cuáles son las mejores estrategias para él, dónde están sus debilidades. A esto se le llama trazabilidad. Y propongo dos campos en los que hacerla al inicio: en los resultados parciales y en la dedicación. Es fácil comparar ambas cosas. Y, por otro lado, en la diversidad de contenidos estudiar dónde hay una mayor capacidad y una mayor dificultad. 
Lo anterior, evidentemente es respecto a los educadores y a la educación con su dedicación a la enseñanza. Los contenidos son la herramienta principal del desarrollo del alumno. No hace falta ni nombrar la diversidad de objetos a estudiar, que se pueden ver desde muchos planos. No hace falta que una asignatura se esfuerce tanto en la diversidad, que marea. Se trata de que el conjunto de la educación sea por sí misma diversa, lo cual se garantiza con la existencia de un claustro coordinador. Sé que lo que acabo de decir es una barbaridad en muchos casos. 

Por otro lado, es imprescindible comprender bien la exigencia fundamental para los alumnos. 
  • De cara a su inmersión en este campo. Y aquí chocamos de bruces con un asunto que se trata hoy en clara confrontación con la tecnología: la atención. Es la mejor aliada de la educación tecnológica, la capacidad de estructurarse, dedicar tiempos de calidad, asimilar con profundidad. Esto es absolutamente necesario para la solución de un problema, para la comprensión profunda de un texto, para las relaciones significativas entre diversas áreas, para la contemplación de una obra de arte, para el pensamiento analítico y crítico. 
  • La otra, el descubrimiento de sus propios intereses

LECTURAS

  • RUSTER, Thomas, El Dios falsificado, Sígueme. Dedicado a Tomás J. y Cristina I. Una extraordinaria propuesta, con una apologética clara en el corazón de la teología fundamental. Sin duda, revisar el concepto de religión que manejamos, para no dejarse absorber por él, es fundamental para un cristianismo hoy que se ha acomodado y no aporta novedad. Aquí es donde más me separo de estas propuestas teológicas que repasan la historia del cristianismo creyendo que no se conoce ni un ápice de lo que propone. El cristianismo no será nuevo en el mundo nunca más. Si acaso, lo será para la vida. Pero no para el mundo. Wikipedia y sus editores no olvidarán y seguirán escribiendo de lo que saben, de lo que creen saber y de lo que no saben. No escribirán jamás de lo que no saben que no saben. Ahí, en ese hueco, hay oportunidad y posibilidad nueva. Y no creo que venga desde el ámbito de la razón, sino de la comunidad que atrae, acoge y construye Reino desde sí mismos. 
  • BARTH, Karl, Carta a los romanos, BAC. Tengo una edición ligera, de tapas blandas. Había escuchado en la carrera sobre su teología, pero no le hinqué demasiado el diente. Tampoco sé bien por qué. Con la edad y por alguna referencia jugosa, me asomé a este texto. Cita a Kierkegaard con soltura y habla con fuerza. Me apasionó. Aunque, no sé bien por qué, la carta a los romanos es más bien secundaria. Es más dogmática que bíblica. Sobre esa carta espero leer en paralelo los estudios de Wilckens y Penna. Aunque llevaría semanas, como mínimo. Realmente habría que hablar de las cartas a los romanos. Mucho que aprender. 
  • RIVAS REBAQUE, Fernando, San Justino. Intelectual cristiano en Roma, CIUDAD NUEVA. Este fue el tiempo fértil de la propuesta cristiana. Aquí sí se empleaban palabras parecidas a "religión" para un poco de todo. Qué variedad. Aunque lo oficial, es lo oficial ahora y antes. Además de la comprensión de la Roma del siglo II, nos acercamos a la actividad intelectual de un hombre convertido al cristianismo desde el paganismo riguroso. Que emprende la tarea, nada fácil, de mostrar la belleza, bondad y verdad que hay en la fe cristiana. Y lo hace, ojo, con claves muy comprensibles para sus contemporáneos. Se inicia así un discurso gramaticalmente fecundo en la gramática social de la época. ¿Cómo? ¿Traduce el evangelio a las categorías de su época? No exactamente. Mejor sería decir que inunda de Evangelio las categorías de su tiempo para mostrar su insuficiencia y su límite. El Evangelio es la novedad insuperable, novedad salvífica. Esta colección ya tiene también el segundo autor publicado, san Ignacio de Antioquía. Y quedan dos más. Yo estoy esperando como agua de mayo el de san Ireneo. ¡Qué tiempos! ¡Qué gente! No me extraña que Newman y tantos otros se hayan enamorado en la patrística. 
  • SPUFFORD, Francis. Impenitente. Una defensa emocional de la fe, TURNER. Mucho menos riguroso que el anterior, pero una apologética igualmente. Con una cierta formación teológica, un escritor defiende la fe al modo como muchos lo harían. En parte, motivados por una especie de "que me dejen en paz, quiero creer". Hay un rasgón en el corazón humano que no se apaga fácilmente con cualquier nevada de bienestar social. 
  • GUEVARA, Miren Junkal, Los apócrifos posmodernos, KHAF. No soy mucho de leer novelas, por lo que me pierdo es estos relatos con referencias culturales de todo tipo. Hoy es "30 monedas" quien no deja de hablar de religión. No hay forma de impedir que en los medios aparezcan opiniones de todo tipo. El problema es que se queda como mensaje único, creíble mucho más que el auténtico. La mala foto sustituye a la imagen en sí misma. 

NOTAS

  • Algunas personas me preguntan por mi regalo de cumpleaños. ¿Sabéis qué puedo pedir? Tengo solo el primer volumen de los cuatro de Ulrich Luz. Poco a poco. 
  • Las clases han ido muy bien. Creo yo. Los alumnos y los profesores no siempre coincidimos en las apreciaciones educativas. Tampoco es cierto. Digamos que los días que van mal sí que nos ponen en concordancia. Sobre lo bueno siempre hay más discrepancias o disidencias. 
  • Tener la piscina cerca permite ir, dejar al churumbel y volver rápido, para escribir o leer algo, y luego regresar a recogerlo. Son cuarenta y cinco minutos en forma de bocadillo. Con las prisas, se me ha olvidado llamar a una persona con la que había quedado. Es la primera vez. Las primeras veces es lo que tienen.  
  • Si todo va bien, mañana tendré dos libros más publicados por PPC. El de Juan Bautista, que le tengo ganas. Siento cierta afinidad con él. La cristología de Gabino Uríbarri (apuntes de clase que todavía conservo fotocopiados en una carpeta grande y blanca, a pesar de no ser alumno directo) y el inicio de la amplia lectura de John Paul Meier (Un judío marginal, ya sabéis) me descubrió todas las tensiones y su carácter. 
  • El otro es el libro en el que colaboro hablando de tecnología en educación. Es un tema en el que llevo tanto tiempo trabajando y con tan buenos amigos, que es como ir creando futuro. Las conversaciones privadas son las mejores. Ahí es donde hoy se dicen verdades como puños sobre lo que está pasando. Entre pasillos, que se dice en educación, y no en reuniones. 
  • Son las 18:19h. Voy a leer algo interesante. Capítulo 16 de la Enciclopedia de Jesús, PPC. El final del segundo capítulo. ¡No os la perdáis! ¡En serio! Mañana os cuento algo más de ella. 

Estrenando camiseta. Talla 3XL. Si crees que me queda grande, estás en lo cierto. Pero podría ser peor. Que me quedara pequeña sería mucho peor. Aquí tengo margen de crecimiento. 



miércoles, 20 de enero de 2021

Mañana será otro día

Son las 15:21h. Qué nervios, ¡volver a clase! Mañana y no se dilata más el tema. Vuelvo a tener preparado el libro que llevaré, la camiseta térmica color rojo, los zapatos azules, el jersey que esté encima de los demás y los vaqueros de siempre. De las clases, por supuesto, ni hablo. Me tocan dos temas preciosos, de los que no suelo hablar en este blog, ahora que lo pienso. 

Os cuento algo. Llegamos ya al emotivismo moral, a Hume el metódico escéptico visto desde la perspectiva ética. Se da una conexión tan clara entre su epistemología y el modo en el que propone vivir y que no vivió él mismo, que al menos en algo ha contribuido seriamente al pensamiento filosófico. Por si alguien lo dudaba, las ideas dirigen la acción. De hecho, es la parte de su pensamiento que, probablemente, más actualidad tiene. Lamentablemente. Sin inducción alguna, todo deducción desde el presente y los fenómenos del presente, cada juicio va por libre y es aplicado solo a cada instante de la vida. No sé vosotros, pero yo no tengo tanto tiempo según van viniendo las cosas. Un ser sin principios generales es una veleta en medio de una tormenta. Al final, le cae algún rayo. 

Luego, respecto a su teoría del conocimiento, lo de las impresiones simples es una quimera. Si existen es por el trabajo arduo y riguroso de una razón crítica, que desmenuza, analiza y busca las esencias, que no es lo mismo que lo mínimo. 

Por concederle algo, diría que el reclamo que hace sobre la atención precisa a lo que se presenta, con el consiguiente cuidado de no imaginar lo que no se da, es loable, aunque escasa. Como veis, soy incapaz de decir nada de él sin peros. Lo que hago en clase es pura abnegación de mí mismo. Ojalá alguno de los alumnos reflexione sobre lo que hablamos. Porque si no es así, están engullendo ideas con crudeza. Y no se trata ni del sano carpaccio, ni del sabroso sashimi. Ofrecer tanta metafísica no sé si cansa el alma antes de estar preparada para ello. 

El otro tema es la lectura exegética de un texto antiguo, de raíces más antiguas aún. Es decir, un comentario con cierto fondo (el que podemos permitirnos en clase con la situación de partida de los alumnos) que toque aspectos sociológicos y culturales, históricos y circunstanciales, referencias intertextuales, intención antropológica y teológica de la narración. Para no cansar a nadie, centro cada sesión en cinco claves. Que después de diez textos, son cincuenta. Poca broma con el asunto. 

He decidido hacer, desde años atrás, la presentación del cristianismo a partir del mismo Evangelio (los evangelios, realmente). Un ir a las fuentes. Unir las fuentes. Esto me permite preparar las clases leyendo más y más cada curso sobre el tema. Y reconozco que me quedan años para comprenderlo por mí mismo, no digamos para vivirlo enteramente. 

Nos toca hablar de la fertilidad o fecundidad (o no) de la palabra. ¿Imaginas el texto, amigo lector? Por si fuera poco, suelo presentar la visión sinóptica, partir de la búsqueda de los matices que hace cada evangelista. Tiene su éxito. Lo que más me cuesta es hablar en tercera persona de estos temas. Por rigor, claro. Los dos libros que me compré ayer van en esta línea. 

Y ya estará más o menos hecha la jornada, que entre pitos y flautas suele pasar rápido. Las clases más ágiles son las más entretenidas. Me cuesta mucho el aula donde no hay participación. Las tecnologías que estamos usando no sé si ayudan a la interacción tanto como sería deseable. Todo aprendizaje cuesta. 

Una preocupación, al hilo de todo lo anterior, para aquellos que hayan llegado aquí, que será un resto diferencial; preocupación que noto compartida por otros educadores: la brecha del confinamiento y la covid. La ruptura de hábitos y aprendizajes, superar un curso con fundamentos mínimos y evaluaciones difíciles, no dejará indiferente al sistema educativo en los próximos años. Si el balance general es el descenso, y ahora toca hacer un esfuerzo de compensación, restaurar la normalidad anterior no es cosa de dos días. No hablo de conocimientos, sino de la disciplina (etimológicamente "aprendizaje", de donde viene "discípulo" igualmente) de aprender. La adolescencia es mala época para los hábitos pobres. 

En este sentido, creo que la familia ha sido el punto de apoyo fundamental, mucho más que la escuela, para dotar de horario, rutinas serias, hacer el seguimiento que en la distancia es imposible hacer, y ser el acicate y la exigencia que todo aprendizaje requiere. No se suele contar mucho, porque hay que edulcorarlo y suavizarlo todo, pero el auténtico aprendizaje, como el verdadero amor, conlleva (esto es, carga consigo) sufrimientos, renuncias y durezas. Está pensado a largo plazo, para una vida entera, y no para momentitos entretenidos y divertentes

  • https://elpais.com/espana/madrid/2021-01-19/los-alumnos-de-14-y-15-anos-sufren-la-pandemia-un-20-mas-de-suspensos-en-el-primer-trimestre.html
  • https://eu.usatoday.com/in-depth/news/education/2020/12/13/covid-online-school-tutoring-plan/6334907002/?fbclid=IwAR3tGbR7ASSB0UL-Y4JdBjYMBxmxZbJY8PvzhEKNeCkRl2KWA-08T2uxqWM
  • Hay artículos en más periódicos por ahí. Y sin duda, los estudios científicos no llegan al gran público. Pero ahí quedarán para posteriores análisis. 
Cuando comenzaba el curso, mi propuesta era bien diferente a lo que estamos haciendo ahora. Desde mi punto de vista, la educación a distancia necesita de un fuerte acompañamiento. Qué menos que reservar un día para esa tarea, para seguir el trabajo que se hace. Supone reajustar el horario, por supuesto. Y la carga de horas simultáneas, por supuesto. Pero de otro modo, lo que provoca es una dinámica antieducativa en la que los alumnos (no solo adolescentes, pero es un tiempo muy delicado) corren el peligro de perderse. 

LECTURAS

  • KREIDER, Alan, La paciencia. El sorprendente fermento del cristianismo en el imperio romano, SÍGUEME. Ya he recomendado este libro a muchos amigos de modo personal. Y lo haré con cualquiera que quiera un texto serio sobre los orígenes de las primeras comunidades cristianas en medio de un Imperio que no les disuelve y donde son sal y luz. Gracias a Fernando por el empujón que me dio. Él lo recomendó primero. Yo solo me fie. Llegó a casa y recuerdo pulverizar del tirón las primeras cien páginas sin levantarme del sofá. No os lo perdáis. Ya os contaré más cosas. Esta paciencia vivida eclesialmente, no como virtud de un sujeto aislado e individual, fue la fuerza misma del Espíritu en el primer impulso misionero. Y nos falta comprender su lógica. 
  • MARTÍN NAVARRO, Alejandro, La nostalgia del pensar. Novalis y los orígenes del romanticismo alemán, THÉMATA. Anclado en Kant, como no puede ser de otro modo. En el giro que se provoca con su filosofía y de la cual bebemos con razón o sin ella. En nuestro caso es más herencia cultural que recepción consciente de su obra. 
  • SEIFERT, Josef, Conocimiento de Dios por las vías de la razón y del amor, ENCUENTRO. Este libro explora muchas demostraciones que se han dado de Dios. La razón hoy sigue siendo poderosa, pero está tan acallada como la conciencia de uno mismo respecto de sí mismo. Cuando analizamos el ruido permanente y la ociosidad como forma de vida, concluimos que difícilmente se puede ahondar en la raíz. Lo dicho, a Dios se le ha demostrado ya. Pero tales demostraciones no valen de nada sin amor. 
  • GRONDIN, Jean, A la escucha del sentido. Conversaciones con Marc-Antoine Vallée, HERDER. Hace unos días, Tomás J. @tomasjmm citaba a un gran teólogo, con quien casi comparte nombre: Thomas Ruster. El libro que comentábamos, al que se sumó Cristina Inogés, es "El Dios falsificado", de SÍGUEME. Curiosamente, en primer párrafo del prólogo que firma Cordovilla se cita a Grondin. Yo ando un tanto distante de algunas de sus tesis, que me parecen forzadas. Pero esta fresca conversación, entre filósofos, es muy nutritiva. No solo por las respuestas, sino por dónde van las preguntas. De Grondin es muy interesante una "Filosofía de la religión" que tiene en Herder. Aunque para ese tema prefiero otras. 
  • PIKAZA, Xabier, Diccionario de pensadores cristianos, EDV. Cuando conocí este libro, pensé en qué autores incluiría nuestros siglos. La sorpresa es grande y hermosa por su amplitud. Existe una cierta polémica sobre los intelectuales, pues aquí hay unas buenas referencias para los conocidos y para los conocidos. Además, tengo que decir en su favor que la brevedad en las reseñas es de calidad. Al menos yo, siento una enorme curiosidad por profundizar en la historia y vida de la que nacen estas grandes teologías y filosofías. En algunas, queda el rastro de la inquietud. 
  • GARCÍA-BARÓ, Miguel, Introducción a la teoría de la verdad, SÍNTESIS. Vuelvo a citarlo, porque es más que interesante. Echadle un ojo, que os engancharéis a la filosofía. Ojalá los alumnos de 2ºBTO pudieran hacer estos viajes con esta profundidad y rigor. 

NOTAS

  • Como siempre, termino antes de las 19:19h. Horas antes. Hoy he ido escribiendo de poco en poco, interrumpiendo los textos y temas. Primero el claustro de profesores, después la evaluación de InNovaReli2021. 

La foto es de ayer. El pequeño ya no duerme siesta. Lo cual no produce tanta alegría en él como en el resto. Es el fin de una era. Por ahora. De lo malo malo, cambia dormir por leer. ¿Conocerá ya algo de Heráclito? Pregunto. 




martes, 19 de enero de 2021

Hoy no tengo mucho que contar

Son las 18:14h y comienzo a escribir. Hoy no tengo mucho que contar, así que seré breve. El día ha sido común. Clases y casa, salir a mover el coche por fin. Mañana vuelven todos a la escuela, colegio e instituto, menos yo, que seguiré con las clases online y las tareas frente al ordenador. 

Por fin se ha publicado la entrada en el otro blog. Me entretiene escribir y no me preocupa demasiado que no se lea. En su tiempo, cuando comenzaba, era un desastre ver que una entrada no había tenido repercusión o que se perdían seguidores. Con la edad, me parece de lo más normal. Es más, invitaría a que no se leyese nada de esto. Hay tantos libros buenos que perder el tiempo con estas cosas es empobrecerse. 

Mientras desayunaba con las prisas de siempre, me ha llegado un artículo del gran Gregorio Luri. Lo primero que conocí de él fue el texto de Sócrates que tiene en Ariel. Fue lectura de unos días de verano en las playas de Galicia. Me encantó. Luego busqué el de Trotta. Después se ha ido haciendo más famoso y sus publicaciones sobre educación y familia están teniendo mucho alcance. El artículo al que me refiero es "Instrucciones elementales para ser una familia perfecta". De 2017. Tiene su toque de ironía y una profunda verdad. 

Me invitan esta noche a participar de un nuevo encuentro sobre Kierkegaard. No es que no tenga ganas. Es que no quiero empezar el año con tantas tareas pendientes. 

Al final, me he comprado dos libros. Uno para mi cumpleaños y otro que esperará a sus tres compañeros hasta estar completo. Si tuviera más dinero, ya lo he dicho muchas veces, de lo primero en lo que me lo gastaría para mí sería en libro. Dudo mucho que me entraran inmediatas ganas de vestir de otro modo o de viajar a no sé dónde. Ni siquiera comer en un sitio especial. Un buen paquete de libros para cada uno de los miembros de la familia. Para el pequeño, unos buenos cómics. Para la pequeña, de los de música. Para Laura, de Cátedra. Para mí, ya imagináis por dónde pueden ir los tiros. 

Sigo a lo mío. Ocupado en tareas burocráticas, de esas que la Inteligencia Artificial va a pulir del todo y desaparecerán de lo más inmediato en cualquier profesión. 

LECTURAS

  • BUBER, Martin, Eclipse de Dios, SÍGUEME. A Buber le debo mi comprensión práctica del trato diferencial de las cosas y de las personas. Ya sé que se dice en muchos sitios. Pero yo lo comprendí aquí. Este libro, que luego he visto que está en más editoriales, es francamente un despertar a la cuestión del misterio de Dios. El desprecio del Dios de los filósofos a un tiempo lo comparto y en otro me parece un error miope. En muchas ocasiones los filósofos no hablan de Dios sino de una cosa más tomada con determinadas características. Si la buena teología se hace de rodillas, la filosofía se debería iniciar con una impresión fuerte de realidad y la conciencia de la conciencia de ello y su diferencia con la vida. 
  • CLÉMENT, Olivier, El rostro interior, NARCEA. ¡Por favor, leedlo y no os lo perdáis! Me dijo ayer Cristina que estábamos de aniversario de su nacimiento. Efectivamente, cumpliría 100 años. Sobre él, basado en su libro "Sobre el hombre", trataron las primeras clases magistrales de Antropología Teológica, en las que se inauguraba Pedro Castelao en Comillas. A todos nos dejó sin palabras. Queríamos que el curso siguiera con el mismo tono. Pero pedíamos lo imposible. En aquella asignatura conocí también por primera vez a Tillich (evidentemente, aunque el curso anterior ya nos lo había presentado Panizo) y a Sesboüe, del que Rosa me ha hablado hoy. Efectivamente, tengo pendiente su antropología en PPC. De aquellas clases tengo en casa la Teología Sistemática de Tillich y parte de los cinco volúmenes de la Historia del Dogma de Sesboüe.
NOTAS

  • Vídeo de Ianire Angulo sobre "Mujeres en la Biblia hebrea". Además de poder ver la conferencia (casera) en YouTube (que es un lujo), la publicación de libros en esta línea considero que debe ser apoyada, porque es lo que realmente sustenta todo lo demás. 
  • No tengo mucho más que decir. Son las 18:35h. Suena la lavadora. Os dejo. 
Si alguien me dice siendo adolescente que iba a poder salir a un auditorio con doscientas o seiscientas personas y hablar con soltura y tranquilidad... Este día conocí a Jorge. Volvimos en tren desde Sevilla. Es un tipo fabuloso. 



lunes, 18 de enero de 2021

Día de diario

El título de "la primera autobiografía" está disputado. Yo se lo daría a Platón o san Agustín, con criterio muy libre. Recomendaría leer en esta línea a tres grandes: la determinada Teresa de Jesús, el apasionado Goethe y el roto Tolstoi. Lo que no soporto son las memorias comerciales de hoy que ansían vender secretos y crear intrigas. 

Hoy escribo de noche que mañana anticipo agitaciones varias. Ando fresco como el hielo que hay ventanas hacia afuera. Tengo dos libros abiertos, uno a cada lado del teclado, que dialogan entre sí en los ratos que los suelto. He terminado algo que no me obligaba y que me hace sentir muy libre. En mi ordenador tengo 129 entradas para otro blog: "Preguntar sin miedo." No todas las he publicado. De vez en cuando, me pongo y escribo, pero no lo comparto con nadie más. 

  • La dirección del blog es https://www.vidanuevadigital.com/autor/jose-fernando-juan/ y me siento muy orgulloso de poder participar de cuando en vez en esta publicación. Los otros blogueros son personas de primera línea. Como más de una vez he comentado con amigos, sinceramente no sé qué hago ahí, ni sabría explicar cómo he llegado. 

Recordar el cuento de Tolstoi que cité en el blog ayer me ha hecho volver sobre otros muchos relatos que llevo dentro. No sé si la didáctica infantil y juvenil ha olvidado acompañar a pequeños y jóvenes en lo que ellos ya saben de la vida. Creo que muchas lecturas no solo edulcoran, sino que mienten descaradamente. ¿No será, pregunto abiertamente, esta desconexión un gran impedimento en el fomento de la lectura y del estudio? Solemos engancharnos a cosas grandes. ¿Falta épica?

Voy a seguir leyendo. Sin ningún objetivo didáctico, ni preparatorio. Hay algo en todo esto que me duele: no compartirlo con nadie más, quedarme a solas con todo. 

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Termina la mañana, después de varias horas de clase y reuniones. Todas a distancia, con los aparatitos estos que hemos creado y que tanto nos ayudan. La mayor parte delante del ordenador, cámara abierta. A darlo todo. Algún rato con el móvil, mientras atendía a los pequeños de la casa. No es que no se les pueda dejar solos, es que ni saben, ni quieren, ni pueden. Ha sido fácil, gracias a la comprensión de mis compañeros al otro lado de la pantalla. 

El sábado, en un momento, Teresa estuvo a punto de aparecer en #InNovaReli2021. Me escribieron por whatsapp para decir que estaban esperando su intervención. Los amigos lo comprenden casi todo. Si son buenos. Por cierto, que no he llamado a esta persona. 

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Qué decir de Lc 7, 36-50. La mayoría sabéis a qué me refiero. Ese triple escándalo que se produce: el de la irrupción, el de la conciencia personal como juicio sincero y recto, y el perdón que solo Dios puede dar en labios de Jesús. 

Con cada curso y sus distintas lecturas me voy introduciendo más y más en la narración y la intención teológica, en el contraste entre lo que aparece y el fondo que cuesta ver en la distancia. 

Aquel buen hombre, fariseo considerado justo por su comunidad, respetado e incluso alabado, acoge con respeto al que considera profeta capaz de leer el corazón, pero duda de él. Ese buen hombre sentencia de la mujer lo que luego tendrá que aplicarse a sí mismo hasta el extremo de reconocer en él una falta de amor enorme. Seguramente no era la primera vez que ocurría. 

La mujer no hace falta que diga nada. Solo obra. El considerado profeta es "rebajado" entonces al puesto de maestro justo antes de dar una lección breve con un impacto inesperado. Jesús no solo conoce el corazón de la mujer, que no hace falta que pronuncie ni una palabra, sino el de Simón, con sus recovecos y oscuridades. 

El escándalo final, la prueba y la pregunta que queda sin responder está vinculada a la vida nueva. El colofón, las palabras de la Resurrección. La única capaz de abandonar aquel lugar de forma libre es ella, ante la mirada atónita de todos, casi -se podría decir- traspasando muros y rompiendo la Ley para llevarla a plenitud. Como no han podido acabar con la mujer, sin duda ahora desean atrapar y callar para siempre al maestro, al profeta, a la Palabra. 

LECTURAS

  • ARENDT, Hannah, Karl Marx y la tradición del pensamiento revolucionario occidental, EDICIONES ENCUENTRO. Me alegro mucho de haber recomendado este libro a un lector apasionado y excelente escritor, que está pegando fuerte y es difícil de encasillar. Celebro su éxito, porque no es como otros, que cogen una veta ideológica para aglutinar fervientes seguidores de más y más opiniones que les reafirmen. Estos libro producen alergias a los radicales e indigestan a los extremistas. 
  • ARENDT, Hannah, El concepto de amor en san Agustín, EDICIONES ENCUENTRO. Cada vez estoy más por volver a los textos clásicos, como aquí Arendt y buscar en ellos lo principal. Leer a san Agustín es imposible sin dos o tres años sabáticos en los que no hacer otra cosa. Quien no lo ha visto alguna vez, ni imagina lo que escribió directamente, pese a ser del siglo V. 
  • ROSALES, Diego I., Antropología del deseo, COMILLAS. Esta es una obra que aporta una lectura de san Agustín que a muchos nos sonará más que cercana. Hay frases que puedo terminar y puntos en los que, de antemano, sé por dónde va a ir. Al menos en el inicio. Luego se vuelve todo más hondo y los matices afloran. Hay hecho una lectura de textos fundamentales muy actual. Yo le daría este libro a alguien que comienza a estar comprometido con su pensamiento y filosofía, que ha recibido las preguntas como algo personal y propio, que le compromete. Y se lo ocultaría a todos los curiosos que almacenan datos. 
  • ARENDT, Hannah, Los orígenes del totalitarismo, ALIANZA. Celebro que esté prácticamente agotado, aunque el precio de segunda mano, para quien quiera regalárselo a otra persona, es prohibitivo. ¿Alguien lo ha leído? ¿Quién habrá conseguido que esté fuera de circulación y no aparezca en librerías? ¡Nos va a salvar el PDF!

NOTAS

  • Después de la nieve vendrá a ponerlo todo mucho más fácil el agua torrencial. Ya se anuncia para el miércoles. Cómo será que, sin ver noticia alguna, me he enterado. 
  • Se puede volver a ver el encuentro de #InNovaReli2021 en esta dirección https://www.religionyescuela.com/construir/vuelve-a-ver-la-sesion-de-innovareli/ Me he tomado este año muy en serio el asunto. En el grupo de whatsapp estoy seguro de que me han silenciado. 

La foto es de esta tarde. Después de las siestas. Sentados en el sofá, cada uno con su libro. Iniciativa del mayor, que ha secundado la segunda y a la que he sido invitado de rebote. Casi tengo que pedir permiso para sentarme. Los que no lo sabéis, el mayor está usurpando mi lugar. Tomo nota. ¿Querrá ya matar al padre? ¡Qué locuras!



domingo, 17 de enero de 2021

Una de memes. 1

Muchas gracias por los comentarios. Ayer nos superamos, después de unos días de recio aislamiento. Se nota que vuelve la normalidad y aprietan los trabajos. No hay tiempo ni para los saludos cordiales. Por cierto, ¿os habéis dado cuenta de que en las redes sociales la corrección es casi una pérdida de tiempo? Nadie se presenta, nadie saluda, nadie despide. Todo a saco, con violencia. Es algo de lo que me he dado cuenta recientemente. 

El "meme" viene del griego. Un término de Richard Dawkins que va camino de cumplir la cincuentena. Sin duda, le espera una próspera vida en todo campo en el que quiera crecer. Vale para todo. Tan pronto saca una sonrisa y te hace reír, como se propaga adentrándose en mentes diversas para que salgan a la calle reunidas. Los hay de fútbol, de educación, de migraciones, de mujeres, de la vida y la muerte. Se hacen famosos con dos o tres clic. Hay personas que se dedican a generarlos para sacarles rendimiento. Son como una inversión financiera a corto plazo. 

Los uso para reírme un rato normalmente. Hay tantas cuentas por ahí que es fácil encontrarlos. Más allá del humor procuro no pasar. Me da lástima quienes hacen lo contrario. Los que os voy a mostrar de esos de supuestas cuentas profundas. 

Vamos con ellos. Después comento cada uno. 


Le puedo dejar una semana mi vida. A lo mejor para escribir estas frases no necesita mucho más tiempo. O tampoco le interesa nada en serio. Si tienes interés, te falta tiempo. Siempre. 

De este no puedo decir lo primero que he pensado. Pero sí lo segundo: me dedico a cambiar personas, a educarlas. Si no es suficiente para entender lo que quiero decir, yo le pondría frente a Hitler siendo judío o Stalin siendo homosexual. 

Casi, casi le doy la razón. Luego me he dado cuenta de que quien escribió esa frase, probablemente siempre piensa mal de los demás. Lo suyo es fluir en la vida, dejarse llevar. ¡Abajo el pensamiento crítico!


Si encuentras alguien así, quédate cerca. Mejor aún, encuentra a la persona que sepa estar en la normalidad y no haga que tu vida sea una montaña rusa para demostrarte esto. La bipolaridad es un trastorno serio. Acude a un experto. 

Esta simplemente me hizo reír. No le des más vueltas. Como se diría en coaching, fíjate en lo positivo: el chaval tiene determinación y coraje; en próximos lanzamientos, lo conseguirá; no te rindas, aunque te dejes por el camino la paternidad. 

He encontrado el libro que buscaba ayer. Había sido desplazado de estante a la zona de libros de mi mujer. ¿Cuál sería el gráfico de encontrar después de perder? Porque también es posible... 

A lo mejor, a los matemáticos hasta les hace gracia. ¿Quién se atreve a ponerlo en un examen de mates...? Lo mejor es que servía para ilustrar lo sencillo que es vivir... ¿Quién no se ha dado cuenta de que vivir es sencillo?


Esta me la regalo a mí mismo, por las veces en las que si callase estaría más guapo. No son pocas. Cada día. Estoy decidido a guardar más silencio. Me pongo serio. Todos los días escribo un blog. 


¡Qué saber estar y qué talante! De aquí no me mueven hasta que no suene el despertador. 


La mediocridad como forma de vida. 


De las de hoy, salvaría esta. Ni se esfuerza en decir que hoy es un día bueno. 


Al colega de la frase, le regalo una semana de confinamiento. No pido más. Por supuesto, sin estar enfermo. Incluso solo. A ver qué escribe luego. 

LECTURAS
  • TOLSTÓI, Lev, ¿Cuánta tierra necesita un hombre?, NÓRDICA. El que ayer no encontraba. Es tan breve que, si cuento algo, destrozo el final. Yo diría que va sobre la costumbre, que es el suelo más real que pisamos. A algunas personas la vida no les suele dejar mucho margen para acostumbrarse. Otras suelen pensar que todos viven igual que ellas. Pero nuestro mundo es tan estúpido... Este libro debería llevar en la portada alguna frase así, entre exclamaciones múltiples, como hacen los adolescentes de hoy: ¡No habla de la tierra, de lo único de lo que no habla es de la tierra! ¡Y es un cuento didáctico que enseña, a lo mejor, más de lo que quieres aprender! ¡Si te identificas con él, estás perdido! 
  • REALE, Giovanni, Platón. En búsqueda de la sabiduría secreta, HERDER. Tengo que decir que me defraudó. O que la miel no está hecha para la boca del asno. Reale es un grande. Pero buscaba algo más en su análisis del Banquete. El libro lo plantea mucho desde el análisis literario. Dentro de unos años seguramente cambie de opinión y descubra que es una joya. De mí no se separará. 
  • CAMUS, Albert, El extranjero, ALIANZA. ¡Qué bonito! ¡Los existencialistas! Vivir con ellos, si eran coherentes y no escribían para las masas de seguidores, seguramente fue un suplicio. Pero se siguen escuchando estos relatos de podredumbre, falta de valores, descomposición social. Aquí no hay héroes y todos quedan igualados planamente por debajo de los talones. 
  • WIESEL, Elie, Trilogía de la noche, AUSTRAL. De los tres, solo he leído atentamente La noche. Pero copio aquí un párrafo del inicio del tercero: "Es inútil gritar cuando se tiene la boca llena de sangre: los transeúntes ven la sangre pero no captan su rugido. Es por eso que yo guardaba silencio. Y también porque en mi sueño era una noche de verano y yo tenía el cuerpo helado. El calor era abrumador, las caras que se inclinaban sobre mí chorreaban de sudor -el sudor caía en gotas espaciadas, con regularidad-, pero he aquí que yo soñaba que me moría de frío. ¿Cómo hacer para gritar contra un sueño? ¿Cómo gritar contra la extinción de la luz, contra la vida que se enfría, contra la sangre que se va?
  • FERNÁNDEZ PÉREZ, Gustavo, Heráclito. Naturaleza y complejidad, THÉMATA. Heráclito fliparía al ver un libro así sobre lo que él dijo. Y si leyera lo que ha quedado de lo que dijo, todavía más. Sobre ciertos autores, hasta llegar a ellos, hay que pasearse despejando toda la gente que se ha colocado delante. Creo que es la intención del autor. Por eso, si lo leéis, veréis la cantidad de citas que tiene. Si no fuera por algún moderno, de Heráclito sabríamos dos o tres cosas, nos quedaríamos con el río que fluye con facilidad y punto. ¿Conocéis lo que dijo de los sabios despiertos? 
NOTAS
  • Tengo una lista de tareas que parece que vengo de dos meses de vacaciones sin hacer nada. Veremos qué es lo que ocurre cuando empiece la noche poco a poco a crecer. Temo que pasará lo que menos deseo que ocurra. Y hoy no habrá tiempo para muchas conversaciones más. Mientras la miro de reojo, escribo en el blog y escucho Bach (el primer movimiento del tercer concierto de Brandemburgo).
  • Ayer por la tarde una visita me dijo que me veía ocioso. Yo mismo me sorprendí cuando lo escuché. Debe ser que el sábado se hizo para el hombre y no el hombre para el sábado. 
  • El compromiso en todo grupo es desigual. Comenzando por la familia. Ahí lo aprendemos y vivimos muy directamente. Hay compromisos fáciles, que ni cuestan siquiera. Otros cuyo sacrificio es enorme para quien los hace. Sigo pensando que la vida de unos y otros no puede ser comparable. Si luego sales de la familia y te unes con otras personas para distintos objetivos, lo ves más palmariamente. Lo curioso es que hay personas que pertenecen a grupos para beneficio propio. Jamás lo entenderé. 
  • He leído un artículo sobre redes sociales demoledor. Ayer por la noche un amigo compartía el tiempo que pasa en ellas a la semana. Es más joven que yo. Pero mis alumnos lo miden diariamente por horas, nada de minutos. Eso es para cobardes. Los padres están a uvas del tema, en la mayor parte de los casos. Y, si lo hacen, son unos controladores y manipuladores chupasangre. 
  • Vuelve la literatura pedagógica sobre su mismo péndulo. Ojo, que lo innovador va a ser la pedagogía tradicional centrada en el esfuerzo y la atención. Sobre todo la atención, opuesta a la estimulación. ¡Lo anticipo, para que cuando llegue, nadie se eche las manos a la cabeza! Hemos perdido el primer viaje prudente en la tecnología. Debemos preparar mejor al sujeto, en forma de piloto, para controlar la máquina. 
  • No sé si lo dije por aquí, pero tengo un libro de 1914, de un premio Nobel, que me ha costado 2,5 €. Está reeditado por "Forgotten Books". Me encanta. Aunque está nuevo conserva su estilo de época en cuanto lo abres. 
  • ¿Qué se hace cuando se termina un evento? Se piensa en el siguiente. Hay personas que deben vivir sin descanso para que otros puedan saborear lo que va sucediendo. ¿Tendrá esto que acabo de decir algo teológico, profundo? ¡Voy a pensar un meme, por si se hace viral!
  • He gastado 30  minutos escribiendo esto. Me pongo a trabajar. 
En la foto de hoy estoy escondido entre los ponentes de InNovaReli2021, que fue ayer. Por ahí ando. Les pedí que sonrieran, que conste. Son buena gente, creo. Solo he tenido una conversación larga con un par de ellos. Al resto, se les supone capacidad y criterio. ¿Por qué dudarlo? 


sábado, 16 de enero de 2021

Cumplir con la publicación

Hoy llego apretado de tiempo. Son las 18,38h y no tengo nada preparado para escribir hoy. Ni tema, ni lecturas, ni notas. Comienzo subiendo la foto y lo que dé de sí este tiempo hasta 19:19h, que es la hora de la publicación. Mientras, los pequeños juegan en la alfombra del salón y Laura trabaja en el ordenador, enfrente. 

Ayer, viernes, terminó el día pensando cómo íbamos a coordinarnos con el tema de las clases de lunes y martes. Las clases sincrónicas con los alumnos, a través de las plataformas digitales, es una buena idea si no se tienen dos hijos menores de tres años, cuyo nivel de entretenimiento personal es reducido. No sé cómo decirlo. Veremos qué ocurre. Me temo que uno de los dos va a estar conectado a algo sin poder encender la cámara, mientras juega en el pasillo o en una de las habitaciones, para que en el salón se pueda dar clase de alguna manera. 

Durante el confinamiento, hubo muchas personas que hicieron virguerías y malabares. Como estábamos pensando en los héroes, no nos dimos cuenta de todo lo que suponía su día a día. Encerrados y con miedo. Por cierto, vuelve el miedo. Ya no sigo mucho las noticias, pero me llegan ecos por amigos de lo escandalosas que están siendo. Apunto, de modo personal, que me resulta vomitivo que todo se mezcla y contamina con los partidos políticos. Estoy harto. Os recomiendo ese libro una vez más: "Hartos", de Herder. 

El encuentro de InNovaReli2021 ha ido muy bien. Percepción personal, de trastienda o de trastero, que no cloacas. Trabajar detrás de todas estas cosas, buscando una cierta excelencia y buen hacer me apasiona. No quisiera conformarme con poco, ni con lo cutre. Ahora bien, lo sencillo y su exigencia tiene una carga pedagógica tremenda. 

Durante el encuentro, llegaban al móvil mensajes de amigos que lo estaban siguiendo. Uno es para anotar aquí: cuando hablamos de "pedagogías activas" no podemos reducirlo a bailar, colocar las sillas y dar un paseo por el campo, ni a hacer cosas. Yo apuntaba como respuesta que se trata de un concepto más entre otros maltratados, que pillamos por la tangente, que se repiten sin profundizar en ellos. Las pedagogías activas buscan la actividad del alumno, no su movimiento físico. También lo que no se ve, ser activos en la construcción del aprendizaje. Creo. A ver si me paso de listo y otros tienen razón. 

Sobre lo innovador, desde el principio guardo mis reservas prudentes. Cambiar por cambiar es tontería. No todo lo distinto, ni lo diferente, ni lo tecnológico impacta de forma real en el aprendizaje. Ni siquiera, y aquí es donde creo que ciertas publicaciones se pillan más las manos, los aprendizajes inmediatos y los resultados evaluables dentro de un curso. Soy de los que considero la educación en el horizonte de la sociedad y su construcción partiendo de las personas. En resumen, lo del sembrador. Esa parábola es para verla y meditarla infinitas veces. De cara a la educación, no encuentro comparación que mejor explique lo que hacemos, si lo que hacemos no son poner notas. 

Por cierto, soy partidario de la importancia y calidad que se debe dar a las asignaturas blandas. Estructuralmente es así. No en todos los colegios son las mismas asignaturas. En el fondo, es un concepto muy vinculado al profesor y su acción docente, no al contenido por sí mismo. 

Termino, que al final me alargo mucho. He buscado un libro en la biblioteca de casa, no en la Nacional, y no lo he encontrado. Es un libro pequeño, un cuento. Mañana, si puedo, os digo cuál es. 

LECTURAS

  • WEIL, Simone, La persona y lo sagrado, HERMIDA. Lo compré pensando que era un libro y realmente es un folletín denso. Las páginas tan pequeñas y con tanto contenido son difíciles de comparar y seguir. Pero más grande quedaría ridículo casi. Aunque no coincido con todo, que el pensamiento de Weil es muy de su tiempo concreto, hay intuiciones poderosas. "Se haría más si la mayoría de quienes hoy detentan las distintas parcelas de autoridad espiritual sintieran la obligación de no ofrecer a las aspiraciones de los hombres otra cosa que el bien real y perfectamente puro."
  • VON BALTHASAR, Hans Urs, ¿Quién es un cristiano?, GUADARRAMA. No sé qué ha pasado con esta editorial, ni por qué cerró. Si alguien tiene algún libro rojo de Balthasar en su casa y no le hace mucho caso, que sepa que lo ando buscando. También otros libros azules. Los que sea de esta editorial. La pregunta se las trae. Creo que había teólogos valientes y de altura que no miraban de reojo las preguntas que todos se hacían. Además, respondían sin ambages. Evidentemente, aquí os encontraréis en línea con el amor digno de fe. 
  • CUNHA, Jorge, La ética de Jesús, SÍGUEME. Un pequeño libro para los amigos de Michel Henry, quizá una buena introducción. Estimo que, una vez hemos enganchado con la eclosión del concepto "vida" y lo que supone, es difícil abandonar ese suelo fértil. Conocer es hacerse cargo de la realidad, pasar a ser responsables de ella. Ahora bien, las palabras son extrañas a la realidad, solo ayudan a mirarla. 
  • HADOT, Pierre, Plotino o la simplicidad de la mirada, ALPHA DECAY. Un filósofo interesante, para aproximar la filosofía a la vida. Llegué a él por el libro de Sócrates, que solo tengo en digital. Una especie conexión entre la tradición ignaciana de los ejercicios espirituales y la lectura de los clásicos de la filosofía. Si podéis, echar un ojo a alguno de sus proyectos. Este, con la complicación que tiene Plotino, es muy asumible si se va poco a poco. 
  • SCHWARZ, Balduin, Del agradecimiento, EDICIONES ENCUENTRO. De estos pequeños libros tengo unos cuantos diseminados por la biblioteca. La colección se llama "opuscula", lo dice todo. Un rato de lectura potente, de una gran originalidad. Lo he cogido por la sensación que tengo de que la gratuidad aparece, la mayor parte del tiempo, con ocasión de un cumplimiento social normativo y de las costumbres de la buena educación. Sin fondo, la gratuidad no es gracia, ni se comprende la acción de Dios en el mundo. Me parece un texto muy útil para quien quiera reventar su corazón poniéndolo cerca de lo que Dios hace gratuitamente. 
  • GARCÍA-BARÓ, Miguel, La filosofía como sábado, PPC. Me lo regalaron Rafa y Elena. Es difícil que alguien me regale un libro de Miguel. No sé si me explico. Este libro lo leía mientras viajaba a la isla griega donde está tomada esta foto. Para quienes no lo lean, dice ORCOS. Así es como, cariñosamente, me llaman (o llamaban) en casa. De aquí destacaría dos capítulos, el que estudia la barbarie en la obra del joven Levinas y el que nos introduce, con dificultad siempre, en el Simposio, en el Banquete de Platón. 
NOTAS
  • No no pongo notas. Son las 19:04h. Termino. Mañana más. 



viernes, 15 de enero de 2021

Cinco temas breves

De esta semana, muchos temas pendientes. Por un lado, la posverdad y las noticias falsas no se curan con el sentido crítico tal y como se entiende. Criticar no es el arte de quejarse con buenas o malas palabras, sino de tener una razón y un principio capaz de esclarecer las cosas, dudar cuando corresponda y no tragarse todo a la primera. 

Otra, sobre la imposibilidad de llevar una vida anormal y normal a mismo tiempo. No entro en más detalles, para no complicar más las cosas. Las esencias y los accidentes casan más que algunas propuestas ridículas que se esfuerzan en mezclar aceite y agua. 

Acercarse al mal duele. Además es fuerte, arrastra, contagia, ahoga. Como quien toca el frío, se hiela hasta los tuétanos y, si no lo remedia, se parará su corazón y morirá congelado. Con existir sin más no vale, con seguir adelante tampoco. El tiempo no da calor suficiente. Quien se mueve, puede adentrarse todavía más en el helador campo. Se puede estar en el tiempo como un muerto, cuya sola presencia mata. Es lo que en español se llama "sinsabor".

Las posibilidades están. Aunque deben ser abiertas y reconocidas. La amplitud es enorme. En cada instante, miles de opciones. Y, de vez en cuando, alguien revela alguna más que creíamos imposible. Hay que responder si sí o si no, sabiendo qué poco tenemos a nuestro alcance y qué complejas son las consecuencias que se derivarán después. 

La hospitalidad es un mandamiento. Por eso el prójimo es tan comprensible, en forma de adviento, como quien llega. Pero el cristianismo nos convierte en migrantes existenciales que salen hacia el otro, con lo que eso duele, con la salida de sí mismo, con la exposición al criterio del otro. Criterio que, en muchas ocasiones, ni busca la verdad y, entonces, duele. 

LECTURAS

  • He vuelto sobre el libro de Isaías 42. Si no lo conoces, léelo con cuidado. Estudia y medita este poema. Si quieres, claro. Una humanidad honesta y noble lleva clamando miles de años. Necesita al Siervo. 

NOTAS

  • Soy de los que no quiere volver a la normalidad de antes. Me gustaría salir mejor de la pandemia. Aunque lo veo complicado. Por mucho que se destaquen ciertas heroicidades, esta anormalidad está quemando mucho, resituando excesivamente puntos centrales de la convivencia. La democracia tampoco será la misma. Una vuelta de tuerca más de radicalidad. Extremos más enfrentados. 
  • Me encantaría volver a Grecia, con paz y tranquilidad, para disfrutar de verdad por sus calles, para entusiasmarme sin perder ni un solo día. Visitas de mañana, sosiego de tarde. Esto es Plaka, creo.  



jueves, 14 de enero de 2021

Escribir por escribir. Ejercicio 1


Efectivamente, ayuda a pensar, reformular, relacionar, integrar. Escribir por escribir sin más. Pero esos ejercicios, supuestamente de libertad, son dificilísimos de alcanzar. Resulta como si la página en blanco fuera ya trazando camino con muros a los lados para no salir de allí. De otro modo sería una locura. 

Ejercicio 1

Voy a intentarlo. He estado en casa todo el día. Al final he enviado un mensaje a un amigo. Error mío. Mejor dicho, de la plataforma. La curiosidad y las prisas. Lo podía haber comprobado antes. Tengo sueño y ganas de seguir. Las dos cosas. La presión de mañana y el despertador. Siempre miro cuánto queda y podré dormir. No me cuesta mucho abandonarme. La desconexión es otra cosa. Al vecino del primero se le ha roto una tubería. Yo iba a comprar. He tenido que avisar que corten la luz. Cuestión de segundos. No conviene cerrar demasiado los grifos, por el frío. Cosas de pueblo. Pregunté por qué mi padre hacía eso. Era de las últimas cosas que miraba antes de meternos en el coche para volver. Todo cerrado. El gas era también peligroso. La luz igualmente, dejar lo imprescindible. Una bomba para achicar en la poza de la bodega. Donde se pisaba el vino. Esa nunca la he visto en uso. La de mis otros abuelos sí. Menuda cagalera cogimos por el mosto. Estaba sabrosísimo. Nos lo habíamos currado deslomándonos en la tierra. Recuerdo los cestos negros de plástico a la espalda. Lo recuerdo con el cuerpo. No es una imagen. Lo bonito del día fue ver caer la noche. Ya en casa comenzamos a prensar la uva. No sé qué hacían los demás. Nosotros estábamos a lo nuestro. Fue una fiesta. Sacrifico en el medallero de las experiencias. Frases cortas, cuesta seguir. De un lado a otro, pero todavía insuficiente. Eckhart me apasiona y chirría. El fondo misterioso me atrae. Describe lo más vivo. Habla demasiado pegado a su tiempo. Ejemplos inaceptables hoy. Quizá no para todos. Muchas personas en el mundo viven en el siglo XII o antes. Otros lo desearían. Casi en cada línea hay algo inapropiado. No sé qué pensarán otros. He cuidado un poco más a Lucas. Me impresiona Lc 5. El capítulo vocacional, el de la Palabra de Dios. Es la primera vez que se nombra así. Jesús está sin estar. Ocurren signos que confirman la confianza. Para alguien de fuera, sería cualquier cosa. No pasa nada. Reciben fuerza e ímpetu. Se muestran débiles. Se conocen. Pese al éxito. Son rápidos para dejarlo todo. Es el gran milagro, no los peces. Han sido pescados. Los primeros en la red. Ellos serán red para otros. He cogido a Balthasar. Solucionar confictos filosóficos por vía cristológica. Es potente. Jesús es la referencia. Parece teoría en exceso. Quizá canse a muchos, despreocupe. Occidente se asienta en ideas. Hoy los cristianos no generan cultura. Duele. Algunas propuestas son de calidad baja. No me gusta caer en el entretenimiento. La comunidad no es ocio. La fraternidad no es tiempo libre. Veo un problema serio. No esclavizarse, no determinarse, no cerrarse. Es infantil tanta apertura. Luego llegan las posibilidades reales. Hay que responder. No nos las damos todas a nosotros mismos. Muchas llegan de fuera. No sé si lo comprendemos. Entrada de ayer, sin visitas. No la he compartido. No quiero más visibilidad. Estoy harto de exposición. Por otro lado, es misión y tarea. Hay que hacerlo. Me pica por dentro. Deseo la paz de la soledad. Resistir es duro. La tentación cuestiona quién soy, eres, seré, serás, somos, seremos. Del tiempo de atrás colean heridas. Es lo normal. Deberíamos agradecer algunas. Situarnos de otro modo. Si hemos caído en el mundo o si hemos sido traídos. Los algodones no existen. No hay tanto descanso en realidad. Todo es coger fuerzas. Nada para. Menos en la casa. Hoy he ordenado muchas veces todo. Desespera en ocasiones. Dos o tres cosas aquí. Otras allá. Mi mesa se mantiene a raya por ahora. Por ahora. Hay libros que no sé dónde colocar. Y papeles que debería tirar sin pena. Ahí están. Los miro. Recuerdo ahora una tarea pendiente. En el cuaderno me pongo lo que hay que hacer. Ordenado también. Voy tachando. Tengo la costumbre de tachar en el calendario el día en el que estoy. No lo que termina, sino lo que estoy terminando. Algunos no lo entienden. Hoy, antes de dormir, pondré un aspa en el día 14. El calendario es bonito. Un foto de mis hijos. Recuerdo ahora a mi madre. Cómo estará. Nunca saco tiempo para llamar. Al final no me han llamado otras personas. Solo tres de doce. Poca competencia digital veo para el siglo XXI. No sé si es adaptación o acompasar los tiempos. Perder el ritmo luego hace más difícil volver. La coreografía queda mal. Gaspar escucha la flauta mágica. He pisado y roto una siringa. Mi Biblia forrada en verde es un tesoro. No he escrito nunca en ella. Hay papeles, eso sí. He quitado muchos. No sé dónde están. Tengo que romper o quemar algunos cuadernos. Me entristece. También me apena no escribir a mano. Es diferente. No dejaba cuadro entre líneas. Todo agolpado. Así me gustan los cuadernos. Narrar es complejo. He pensado en dos cuentos hoy. Solo el principio y el final. No sé por qué tiene que haber sorpresa. Sigo con el Hobbit. Cuántas horas. Qué imaginación. Qué pesado con las descripciones. Aunque prefiero esto a los diálogos rápidos. Soy de monólogos, de interior. Escuchar es otra cosa. Cuando algo se rompe, cuesta arreglarlo. Dejar pasar el tiempo no es solución. Es de tontos pensar lo contrario. Huir hacia adelante. Requiere arrojo mirar y reconocer. Pedro de nuevo. Gente triste por la calle. Algunos demasiado cerca. El parque está roto. Tanta nieve sin niños. Cuidar será el verbo. Cuidar duele. Atender limita. Tengo cuarenta. En veinte días, un primo. Difícil celebrar algo. Vamos por los doce meses. Parece mentira. Qué irrealidad se ha impuesto. En otra dimensión se mofan de nosotros. 

LECTURAS

  • Hay muchos libros sobre cómo escribir, el arte de escribir, escritura creativa y de todo tipo. No tengo ninguno. Alguno de estilo sí que me miré en su momento al empezar la universidad. Qué dolor lo de las citas, para cada profesor de una manera. Al menos en mi casi, sin unidad. Ya tengo una, que es la que uso para todos los lugares y ya está. 
  • TOLKEIN, Hobbit. Todos parados y Bilbo saca una llave preguntando si será de alguna utilidad. El resto se echa las manos a la cabeza. Qué tonto aparenta ser el que recogió lo que vio tirado en el suelo. 
  • PANNENBERG, Wolfhart, Una historia de la filosofía desde la idea de Dios, SÍGUEME. Tengo dos ejemplares de este libro. Uno en tapa blanda y naranja, el antiguo. Otro en tapa dura y verde, el nuevo. Cuando lo estudiaba en la veintena de años, qué difícil y cansado se me hacía. Recuerdo dejarlo porque no entendía. Ahora lo cojo, me paseo por él como lo más sencillo del mundo. Algún detalle sí que percibo. Pero me parecen análisis generales sobre distintos filósofos de la historia. Es una lástima que no haya continuado más allá, se haya quedado tan atrás, casi en Hegel y Nietzsche. A lo mejor no llegó a conocer el actual pensamiento filosófico sobre Dios. Habría que retomarlo o continuarlo. Es muy interesante el lado crítico. 
  • Unas cuantas personas que admiro han empezado un blog. Mismo formato que el mío, pero sin imágenes. Textos grandes. Han desembarcado, a mi entender, muy tarde en el mundo digital. Ya casi nadie lee blogs por leer. No es como antes, como cuando empezó. Ahora se trata de vídeos, ni siquiera imágenes. Puede el ritmo, el movimiento. Y cada uno según su interés sin preguntarse de dónde nace, ni dónde se forma. La palabra interés tiene una trayectoria en el siglo XX que es para hacérselo mirar. En unos y en otros no tiene nada que ver. No digamos el desinterés. Rizar el rizo.
NOTAS
  • Ayer recibí cero visitas en mi última entrada. Es lo que tiene no compartirlas en redes sociales. Pero estoy cansado de ese movimiento de exhibición y exposición. Luego, además, te enteras de personas que lo leen sin dar señales de vida. Como si fuera un libro cuyo autor está lejísimos y con quien no se puede hablar. La grandeza de la red es la interacción. Lo digo siempre, el vínculo, el intercambio, la sinergia, la comunidad. 
  • Las palabras siempre afectan. No soy de los que dicen lo contrario. Incluso el silencio impacta y deja huella. 
  • Hay que andar con cuidado con la hora de acostarse. Yo, al menos, que soy un desastre, me dejo llevar, supero la franja y estoy perdido. Mientras me entretengo con esto o aquello.
  • He abierto cuatro libros seguidos entre la nota anterior y esta. 
  • Mirar los retos también cansa. Mirar lejos en el horizonte es ya un ejercicio por sí mismo de sacrificio. No me extraña que en tiempos cómodos la miopía crezca. Sin concurso de los libros, solo de la pereza. Hay algo que me desanima en estos proyectos cortoplacistas, en el activismo permanente. Sin esponjarse, sin retos que nos superen. Me gustaría comenzar algo que supiera que no voy a ver terminar. En el fondo, es la esperanza de los hijos, la gran fecundidad de la historia. Lo otro, si termina en mí y en mi tiempo, quizá ni siquiera tenga un valor mayor. Pero esas empresas parecen estar reservadas falsamente para unos pocos. Como si solo unos pocos tuvieran la oportunidad de realizarlas. 
  • Que cada cual encuentre su modo de escribir. Consejo fácil. Hasta entonces, que copie a los grandes y los imite del mejor modo. Como en el arte. Que se aprende mediante el arte de aproximarse. Los detalles son fundamentales. 
  • Tengo un libro reciente del que no he leído ni una página. Tal es mi situación. le estoy viendo el lomo azul. Nada más. No sé si me dará tiempo a cogerlo hoy. 
  • He leído una página entera justificando la traducción de una palabra. Además, con notas a pie citando otros autores, versiones y opciones. Me parece de una honestidad brutal pasar tanto tiempo delicadamente en los matices para comunicar belleza y verdad a la vez, procurando que el lector no se equivoque. ¡Sabios! Imaginad que fuera así nuestra vida cotidiana, una permanente elección de las mejores palabras y que explicásemos lo complicado de hablar algunas veces con esta o esta otra. Lo mismo con las acciones. ¡El reino de la intención o el descuido!