sábado, 9 de enero de 2021

De Trump y Twitter. Un par de consideraciones.

Notas previas: la nieve no ha sepultado la obligación de llevar mascarilla en la calle, ni ha hecho desaparecer la covid, por si alguien lo ha olvidado; y como ayer no propuse música, ¿qué tal hoy "El invierno" de Vivaldi o "La doncella de la nieve" de Rimsky-Korsakov?

DE TRUMP Y TWITTER

Como de costumbre, las noticias raras secuestran la actualidad. Trump sin Twitter y todos a contarlo. Otras veces fue porque lo tenía (Bazinga!) Gana más audiencia que... ¡lo que cuesta encontrar buenas nuevas! 

Se opina de todo. Como "troleros" hay por doquier, hoy se rompen la mandíbula unos y ladran otros. En resumen, un poco más de ruido del habitual, del acostumbrado. 

Mi impresión: un fracaso ciudadano. Que una persona enloquezca y escriba sandeces en una red social no debería llevar a nada más, si quienes lo escuchan tuvieran dos dedos de frente. Pero está visto que no. Que la minoría de edad de una enorme parte de la sociedad (además, radicalizada) es mayúscula. Ni atienden a su razón, ni a la ajena; no les importa nada más que su ideología. 

Entonces, como los ciudadanos no discriminan sanamente, tienen el juico nublado, se enfurecen en crecida por horas, se recurre al silenciamiento en aras y defensa de la democracia. Lo piden en masa, como podéis imaginar, los contrarios. El enfrentamiento se garantiza y enfatiza. 

El problema está en la ausencia, en el silencio sistemático de los prudentes y de los intelectuales. Los prudentes, porque sus noticias no venden, porque sus discursos no enganchan a nadie, porque la razón no pocas veces contradice sentimientos, pasiones, emociones primarias, impulsos, hace mirar más allá de uno mismo y sus circunstancias. Y los intelectuales, porque se han hecho cómplices del sistema, se han cansado antes de empezar y no se ha cuidado este espacio como público y común. Hace un par de días comenzaba el post con la opinión de Félix de Azúa sobre la corrección política. 

Por otro lado, añado que, si bien los intelectuales al menos tienen criterios personales y privados para hacer lo que hacen, el otro caso es sistemático, es propio de la estructura misma de las redes sociales. Los algoritmos, que muchos desconocen y que ni se imaginan cómo les influyen, son quienes gestionan los grandes movimientos digitales. La inteligencia artificial no es ficción. ¡Infórmense!

Añado, para los alegres por las noticias, que no pocos políticos exaltan la violencia cuando es la suya y la justifican en las redes sociales, la rememoran, la proponen como imprescindible para "el progreso". Sólo hace falta darse una vuelta por los perfiles de algunos y no tardaremos en constatarlo. De hecho, se ha hecho ya habitual tirar continuamente de hemeroteca digital para mostrar contradicciones interesadas, discursos hechos a la medida de masas cabreadas, palabras subidas de tono, insultos, desprecios, condenas de todo tipo. ¡Mirad, mirad! ¡Cuidado con ir pensando que esto es solo una cuestión de Trump y cegarse a la realidad amplia que va dibujando la política en Occidente! 

LECTURAS

  • CARR, Nicholas, Superficiales. ¿Qué está haciendo internet con nuestra mente?, TAURUS. A lo mejor no queréis leer ni este, ni mucho menos el siguiente libro. Aquí tienes una reflexión que continúa el tema de ayer en el blog. La atención es fundamental y está alejándose interesadamente de todo lo que no sean pantallas, novedades y estímulos permanentes. El cambio cerebral parece más que evidente. De la convivencia, ni hablamos. En el confinamiento el uso de tecnología y pantallas, de modo indiscriminado, ha crecido sin parar y llega para quedarse. ¿Lo pensamos?
  • STEPHENS-DAVIDOWITZ, Seth, Todo el mundo miente. Lo que internet y el big data pueden decirnos sobre nosotros mismos, CAPITÁN SWING. Lo dicho, es probable que este título delate demasiado conductas generales en una sociedad de doble moral y prácticas discordantes. Ya no es solo aislamiento, sino apariencia pública en el momento en el que se está ante otros. Siempre podremos escudarnos en que habla de USA principalmente y que los españoles y europeos somos diferentes, especialmente los del norte, claro. 
  • LATORRE, José Ignacio, Ética para máquinas, ARIEL. La ética es la disciplina racional sobre la orientación fundamental de la vida, que en este tiempo hace preguntas que nadie escucha, aunque coincidan con lo que todos critican. Las máquinas, por sí mismas, no funcionan. Si lo hacen, es porque han recibido orientación e indicaciones, porque hay una finalidad tras ellas. Como el lápiz, pero más complejo. Pero como el lápiz al fin y al cabo. La primera cuestión, en manos de quiénes están. La segunda, y ahora qué se puede hacer. 
  • FRY, Hannah, Hola mundo. Cómo seguir siendo humanos en la era de los algoritmos, BLACKIE BOOKS. Me vais a perdonar, pero la pregunta ofende. Sin embargo, cuando algo se pregunta es porque ya está sobre la mesa con anterioridad. No es un tema creado por el libro, sino un tema al que el libro responde. Y es que la humanidad está cuestionada. ¿Os suena el transhumanismo? Imagino que sí. Aquí encontrarás múltiples ejemplos y análisis de cómo la inteligencia artificial ya se ha aplicado en diversos campos y cómo ha funcionado. Es crítico y sincero. Me parece que sabe de qué habla y se ha documentado. Por supuesto, la mayor parte de gente no tiene ni idea de que esto existe. 
  • TEGMARK, Max, Vida 3.0. Qué significa ser humano en la era de la inteligencia artificial, TAURUS. ¿La misma pregunta? Y no es el único libro que trata sobre esto. ¿Alguien está dudando en que seguiremos siendo humanos dentro de un siglo, que nuestros nietos -si fuera el caso- no van a ser personas? Perdón, ¿hablamos de una nueva especie híbrida? Este libro comienza con un relato que, si quieres, puedes saltarte. Los capítulos 4 y 7 son, a mi modo de ver, los más interesantes. El 8 demuestra que todo el libro, de un modo u otro, está apoyado en conceptos que convendría revisar un poco más. No sea que dando vueltas a la conciencia (qué manía con la -s-) descubramos algo más. 
NOTAS PERSONALES
  • Previsión de clases. Adiós programación. Para una vez que iba a ser ordenado, que antes de terminar el año había puesto orden con cuidado, para aprovechar las mínimas clases que quedan. Menos mal que hay internet. (Un comentario solo para avispados, en relación a lo anterior.)
  • El riesgo del hielo. La cosa se pone chunga. La nieve atrae por lo diferente. Pero, en cuanto tomamos conciencia de que no es lo nuestro, todo se vuelven problemas y dificultades. No estamos preparados para esto. Ni sabemos qué hay que hacer. Con echar un ojo a las calles, es más que suficiente. Aquí no mueve el coche ni el tato. Aunque siempre queda un Abundio. 
  • Sigo leyendo a Kierkegaard. Una vez más, Ejercitación del cristianismo. Si es enorme su inicio, duro y exigente de seguir el cuerpo central sobre la paradoja, el final es descomunal. Dan ganas de dejar a Sócrates. 
  • Voy por el tercer capítulo de la Enciclopedia de Jesús, PPC. En las redes sociales ha tenido una gran acogida. Un simple mensaje con una foto. Cuánto me alegro. Si sale todo bien, tendremos unos pequeños encuentros para hablar del libro, que se divide en tres grandes momentos. 27 capítulos, ehhh. 91 autores, ehhh. Y muchas mujeres. Que después de escribir el índice de Mysterium Salutis... 
  • Ayer por la noche bajé a limpiar de nieve los coches. Los míos, claro. No los de todos. De paso vi un montón de árboles caídos. Mi casa no da a la calle, sino a un espacio amplio, casi cerrado. Estaba todo precioso. En el silencio, se escuchaba el crujir de las ramas. Una especie de lloros. Nada poéticos. Por aquí alguno ha caído sobre los vehículos sepultados de nieve. Imposible moverse. 
  • Esta mañana los vecinos que nos hemos encontrado no teníamos otra cosa de la que hablar. Qué problemas. Menos un señor, que ha salido a pasear con su mujer, y me ha susurrado en medio de la conversación: "Hemos ido a dar una vuelta, como niños." Pareciera que estaba haciendo algo indigno. Por un momento he pensado que me iba a comentar un chisme. Pero no. Es un hombre muy serio y recto, de los que da gusto tener como vecinos. 
  • Estudios de teología. Mañana hablaré de Teología, qué es y demás. Me apasiona. Cada vez más. Me hundo en ella. Ahora sé todo lo que no sabía que no sabía. En primer curso hice un comentario de Marcos, que ahora me suena ridículo, pese a sus 300 páginas. Ayer recibí el primer volumen del comentario de Joel Marcus, editado en Sígueme. Solo la bibliografía general, después de la introducción, ocupa 32 páginas del tirón, con letra humilde y pequeña, en seis lenguas que yo haya sido capaz de reconocer, y comienza en la página 109. Es decir, hasta la página 143 no comienza el estudio del primer versículo. Por si alguien quiere más detalles, los tres primeros versículos se analizan y desmenuzan en algo más de 10 páginas. ¡Tres versículos! ¡Ahí lo dejo! ¡Es apasionante! Y el tal Joel Marcus, un pozo de sabiduría. 
  • Evidentemente, sigo con la carta de Pablo a los filipenses. No miento si digo que me está pareciendo que no la había ni leído, ni estudiado, ni rezado seriamente. ¡Son un enamorado de la Biblia!  




5 comentarios:

  1. No sé si la fiebre me hace delirar pero cada vez que te leo flipo con la capacidad de ser un poco (sólo conociendo lo que sale en las redes) multitarea!
    Y si no entendí mal... Hiciste un comentario del evangelio de Marcos de 300 páginas? Eres San Jerónimo y no lo has dicho?

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    1. Gracias, amigo anónimo. ¿Multitarea? En vacaciones, que las estoy disfrutando. Luego hago lo que puedo y poco más.
      Hice un comentario en plan resumen de todo lo que cogía. Había que empezar por algún lugar. Un año de trabajo diario. Tampoco es para tanto. Eso sí, en todo lo que escribí no había nada de original. Lo he perdido.

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  2. Y con respecto a lo de silenciar o más bien, mutear a Trump... Pues no lo tengo claro. Por un lado coincido contigo de que es un fracaso. Pero me pregunto hasta qué punto, por culpa de esa minoría de edad, no se debería de hacer para evitar un mal mayor. Igual que si el presidente de la OMS dice (como han dicho algunas personas por ahí, incluida Trump creo recordar) que el Covid se cura tomando lejía y la gente le hace caso... Por evitar un problema mayor se debería,no sé si censurar o impedir escribir... Pero algo creo que sí, por el bien de todos.
    Lo mejor sería educar y ayudar a que la gente pudiera discernir por sí misma... Pero ante una situación apremiente...
    Igual es la fiebre... Pero es un tema que no le veo una fácil respuesta.

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    1. Precisamente en ese tema no he querido entrar, porque me parece que entorpece la mirada general y hace irresponsables. Si además de lo que tenemos encima, nos dan el criterio ya mascado, estamos perdido. Para "mutear" a Trump (en Twitter, y solo en Twitter) hace falta un criterio. Como se hace con tantas otras personas. Lo mismo que para dar voz y difundir, hace falta igualmente un criterio. En realidad, es el mismo. Lo que falta es que la gente piense bien el criterio que quiere. Pero ahí ya no entro, solo señalo la responsabilidad personal y social. (Soy formalista, no materialista, en cierto sentido.) Y advierto siempre de la necesidad de educar, siempre y cuando esté blanco sobre negro qué persona queremos. Porque a lo mejor esto de "educar" es poco menos que usar personas, adiestrarlas, esclavizarlas, comprarlas, someterlas y un largo etc...
      Gracias, amigo/a anónimo/a.

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  3. Ayer al leer "sé todo lo que no sabía que no sabía" me venía a la mente una frase parecida y justo ahora me acaba des altar en recuerdos de Facebook. La frase es de Orígenes y dice: "Damos gracias porque no ignoramos nuestra ignorancia". Casi es lo que le pongo en el examen de patrología jajaja
    David

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