viernes, 15 de enero de 2021

Cinco temas breves

De esta semana, muchos temas pendientes. Por un lado, la posverdad y las noticias falsas no se curan con el sentido crítico tal y como se entiende. Criticar no es el arte de quejarse con buenas o malas palabras, sino de tener una razón y un principio capaz de esclarecer las cosas, dudar cuando corresponda y no tragarse todo a la primera. 

Otra, sobre la imposibilidad de llevar una vida anormal y normal a mismo tiempo. No entro en más detalles, para no complicar más las cosas. Las esencias y los accidentes casan más que algunas propuestas ridículas que se esfuerzan en mezclar aceite y agua. 

Acercarse al mal duele. Además es fuerte, arrastra, contagia, ahoga. Como quien toca el frío, se hiela hasta los tuétanos y, si no lo remedia, se parará su corazón y morirá congelado. Con existir sin más no vale, con seguir adelante tampoco. El tiempo no da calor suficiente. Quien se mueve, puede adentrarse todavía más en el helador campo. Se puede estar en el tiempo como un muerto, cuya sola presencia mata. Es lo que en español se llama "sinsabor".

Las posibilidades están. Aunque deben ser abiertas y reconocidas. La amplitud es enorme. En cada instante, miles de opciones. Y, de vez en cuando, alguien revela alguna más que creíamos imposible. Hay que responder si sí o si no, sabiendo qué poco tenemos a nuestro alcance y qué complejas son las consecuencias que se derivarán después. 

La hospitalidad es un mandamiento. Por eso el prójimo es tan comprensible, en forma de adviento, como quien llega. Pero el cristianismo nos convierte en migrantes existenciales que salen hacia el otro, con lo que eso duele, con la salida de sí mismo, con la exposición al criterio del otro. Criterio que, en muchas ocasiones, ni busca la verdad y, entonces, duele. 

LECTURAS

  • He vuelto sobre el libro de Isaías 42. Si no lo conoces, léelo con cuidado. Estudia y medita este poema. Si quieres, claro. Una humanidad honesta y noble lleva clamando miles de años. Necesita al Siervo. 

NOTAS

  • Soy de los que no quiere volver a la normalidad de antes. Me gustaría salir mejor de la pandemia. Aunque lo veo complicado. Por mucho que se destaquen ciertas heroicidades, esta anormalidad está quemando mucho, resituando excesivamente puntos centrales de la convivencia. La democracia tampoco será la misma. Una vuelta de tuerca más de radicalidad. Extremos más enfrentados. 
  • Me encantaría volver a Grecia, con paz y tranquilidad, para disfrutar de verdad por sus calles, para entusiasmarme sin perder ni un solo día. Visitas de mañana, sosiego de tarde. Esto es Plaka, creo.  



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