jueves, 9 de septiembre de 2021

¿Habré conseguido mis objetivos?

(1) Como no escribo el día que publico, todo se vuelve más prudente. Y se puede escribir con interrogación fácilmente. Estoy delante de la agenda -de papel- con la carga de la próxima semana y resulta doloroso verlo. Es como escribir: "Te quedas sin vida estos días." Un poco lo mismo que mis alumnos cuando llegan exámenes. Pero me temo que no cambiará mucho para la siguiente. Es decir, aquí no hay final una vez ha comenzado la cámara a rodar. En el libro de la Vida, Dios guarda todo. Incluso los propósitos que me hago y que no cumpliré. Así de desastroso es esto, así de comprometido es aliarse con el Bien. A estas alturas de semana no sé cómo llevaré el tener libros nuevos y no haberlos leído. ¿Los habré marcado ya con el exlibris?

---

(2) Una persona sonriente que se ha quedado cabizbaja es lo más parecido a un muerto viviente. Hoy me he cruzado la mirada con un rostro desesperanzado que me ha helado. Es una experiencia real. Me ha dolido. 

---

(3) La cosa no va de buenas. ¿Habéis estado alguna vez en una conversación, habéis dicho algo y, habiendo sido perfectamente escuchado, la otra persona coge y hace como si nada hubieras dicho? Semejante dureza de corazón está diseñada para robar palabras y hacerse poseedor del único discurso válido y eficaz. Así que, con las mismas, he insistido educadamente en el siguiente turno de palabra: "Como te he dicho antes, de lo que se trata es de..." Pero como ella ha insistido nuevamente en su estrategia, he creído conveniente permanecer en la mía. Y hemos repetido unas tres veces lo mismo, casi con idénticas palabras en mi caso. ¡Qué bello es vivir!

---

(4) Del evangelio del buen samaritano, donde no se dice que sea bueno por ningún sitio, sino compasivo o algo similar para nuestra lengua, nadie repara en que es una interrupción a su programa y proyecto de vida. Lo suficientemente importante como para "dejarlo todo" y "seguir la interrupción". Nótese el paralelo con los textos vocacionales. El caso es que, el marco en el que está, que es de una riqueza incomparable y una densidad incalculable, todo aquello de lo que están tratando es de la eternidad, la vida eterna. Eternidad y vida eterna, evidentemente, no son lo mismo ni se parecen. Lo único que interesa, y nos podemos volver unamunianamente tercos en esto, es la vida eterna. El milagro es ese precisamente, que la eternidad sea vida y, ojo al asunto, se encarne.

---

(5) Algunas filosofías materialistas intentan ganar sus luchas por medio de ideas. Siempre he pensado que Marx era idealista como el que más. Por no hablar de su maestro. Tan idealista que se fuga del mundo que quiere arreglar. Tan idealista, tan idealista que sus análisis terminan en lo que no hay, empujado por el mero deseo de que lo haya, sin ninguna razón para que lo haya y, por lo tanto, no dudando ni un minuto en echar mano del enfrentamiento y la violencia porque son "necesarios". El "necesario" del Evangelio es que Jesús haga suyo el sacrificio de sí mismo, casi hasta quererlo. El "necesario" del marxismo es la violencia sobre el otro, el sacrificio del otro. No tiene más recorrido. Tan idealista, tan insoportablemente idealista que él, sin ser proletario, tiene conciencia de tal, pese a escribir que sólo los que pertenecen a una clase pueden tener conciencia de clase. Y, con todo, la aportación de Marx creo que es imprescindible leerla, dialogarla y estudiarla bien. Vaya por delante eso, para ingenuos que además desean ser doblemente ignorantes.   





No hay comentarios:

Publicar un comentario