martes, 16 de febrero de 2021

Duermevelas y vigilancias. Día 16.

Árboles camaleónicos en los que confundirse. Los detalles no se ven a primera vista. Hay que estar en la escena. Llenarse de su fuerza y vitalidad. Trabajar la esperanza desde dentro. Temer la uniformidad, variarse según se camina. Dejar y recibir conjuntamente. Sin distinguir demasiado. Sin figurar. Sujetarse siendo objeto. Saber lo que es un cruce. Aceptar cabalmente la mezcla. Soplar cuando cambia el tamaño. No confundir forma y fondo.  



Preferimos no seguir caminando para acompañar al caminante. Preferimos detener el paso parando donde teníamos que llegar. Abrir las puertas a quien se sumó a la escapada y cenar. Amasar la relación puesta antes al fuego. Disfrutar su final cuando el horno cantaba a su fin. Abrir y ver qué había dentro. Volver a mirar aún más dentro. Regresar a la memoria. Cotejar los gestos. Sobrecogidos por haber visto dejamos de ver. Iluminados por la pasión desandamos de noche lo que avanzamos de día. Desgajados de la comunidad cuando nos partimos tornamos a habitar la comunión. Se mostró paciente y humilde el que da la Vida. Se quedó para siempre con nosotros. 




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