sábado, 7 de mayo de 2022

LISIS. Día 59. (Platón, 217c - 217d)

Las cosas que se pegan. Es claro, dice Sócrates, que algunas cosas se vuelven como aquello que se les pega. Añade luego que unas, efectivamente, solo por apariencia. Como juego mimético. Pero otras, realmente, se vuelven como aquello que contemplan, que tienen cerca, que usan. Aunque no todas, porque otras parece que resisten interiormente ese contagio y proximidad. Y utiliza, para introducir el tema, un asunto estético: lo que se pinta está en lo pintado. 

σκέψασθε δὴ ὃ λέγω. λέγω γὰρ ὅτι ἔνια μέν, οἷον ἂν ᾖ τὸ παρόν, τοιαῦτά ἐστι καὶ αὐτά, ἔνια δὲ οὔ. ὥσπερ εἰ ἐθέλοι τις χρώματί τῳ ὁτιοῦν τι ἀλεῖψαι, πάρεστίν που τῷ ἀλειφθέντι τὸ ἐπαλειφθέν.

Una cercanía que es tan fuerte como un casi sí mismo. Por eso lo de "pegarse". Ya sabemos que Sócrates decía que era pegajoso, pero no tanto o no lo suficiente. 

Está claro que se nos "pegan" cosas en la vida. Idílicamente le llaman hábitos o vicios, cuando se reconocen como formas consolidadas de nuestra expresión propia, de lo que somos. No son lo que somos, pero la cercanía es tanta que confunde hasta a quien se vive a sí mismo. Conocerse, esa tarea délfica y bíblica y sapiencial. Qué reto. Pueden llegar a confundir y casi no hay otra forma de acceder a lo que somos que por las formas, pero sabiendo que no son las mismas. Una vez que llegamos al fondo, a través de las formas, cuestionamos las formas que no somos.

Vale tanto para la amistad, como para el bien y el mal. No digamos para la metafísica. No encuentra otro camino que no sea lo que se manifiesta, lo que se da a conocer, lo que indica algo más de lo que hay, cuando no hay tanta saturación que hace opaca la presencia. El sum del praesum. Es lo que distingue lo esencial de lo adecuado, siendo todo lo esencialmente considerado algo adecuado, pero no todo lo adecuado algo esencial. En realidad, visto desde lo esencial, lo adecuado no siempre es éticamente bueno, aunque esté pegado. Se puede despegar, cambiar y variar. 

Hay cosas que están encima de otras. Unas veces muestra, otras ocultan. Lo estético y la lógica. 

Siendo lo estético puerta para considerar este asunto ético, entiendo que hay en él a la vez una cierta semejanza y desemejanza. Algo puede revelar de una forma concreta de amistad y algo oculta porque no cumple su objetivo hasta el final. La aproximación a la cuestión de la amistad desde lo estético es sugerente, pero no llega al fondo. Es como describir una ciudad por una fotografía aérea, sin saber a qué huele o qué vida hay en sus calles. 

El problema del ser y del aparecer y del aparentar, del manifestar y del mostrar. El "se" lo complica todo aún más. El "auto". Y los automatismos de la supervivencia, que se ponen por encima de la vida y no siempre en su defensa, y de eso que llamamos cultura, sin discernimiento, que en ocasiones es la forma más precisa de impedir el acceso a la esencia y reprimir su expresión. 

Lo que es, que llegamos a considerar, lo consideramos por lo que muestra pero independientemente de lo que muestra. 





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