sábado, 25 de diciembre de 2021

NAVIDAD. ¿Feliz?

Como la costumbre nos puede, resumimos todo en Feliz Navidad. No es para menos. Le pasa a ambas palabras lo mismo, que se esconden. Una oculta en Belén, en un pesebre. Otra, en el corazón humano. Conectan así la Encarnación y la sed de los hombres y mujeres, el Dios que se acerca y la humanidad que quiere salir de sí. Un pesebre y una carne. Está bien que sea así, todo más sencillo. Está bien que, para al ser constante repetición, algún día adoremos aquello que decimos. Sin prisa, con paciencia. Cada persona tiene su tiempo. A saber qué viven aquellos a quienes se lo decimos. A saber qué viven los que nos lo dicen. A saber. Entretanto, a vivir. Con cuidado, acogiendo. Primero es el don. Luego, si acaso, la abundancia. Pero el don ya ha sido dado. Con la firme convicción de que la Navidad siempre nos quedará grande y que es, sobre todo, para hacernos nacer de nuevo como pequeños, siempre pequeños. 





 

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