miércoles, 8 de diciembre de 2021

ADVIENTO. Penumbras

Las sombras, en general, veo que han dado mucho juego en la historia. Platón por un lado, la Escritura por otro. Es un mundo curioso, reflejo, con forma pero sin contenido. Si se recibe, enfría. Lo cual en ocasiones será protección y en otras desamparo. La vida misma con sus ambigüedades. Qué pocos negros y blancos hay y cuánto empeño por emponzoñar todo con dogmatismos, totalitarismos y desprecios. Una auténtica locura, de la que luego nos quejamos. Ni blancos, ni negros. Con esta libertad vivimos, con tan excesiva confianza se nos ha entregado todo lo que creemos que es todo aunque sea bien poquita cosa en ocasiones. Salvo la vida de otros. Esto es lo único realmente grave y serio. Todo lo demás, vanidad. El Eclesiastés no sé si es de Adviento, pero a realismo abofeteador le ganan pocos. Quien se crea mucho, que lo visite. Qohelet fue un sabio, como aguijón. Me recuerda a algún otro. No solo a Sócrates, ni a Agustín, ni a Kierkegaard, ni a tantos de esos que están muertos. Me recuerda a alguien. No diré su nombre. Estar a su lado es realmente vivir en la sombra. Que cada cual lo interprete como quiera. Aunque, en Adviento, convendría recordar a María y quejarse menos de ciertos dones excesivos que la vida regala. Luego los echaremos de menos. 





No hay comentarios:

Publicar un comentario