Las repeticiones incluyen variaciones. Dicen lo mismo, al menos establecen puntos lógicos de semejanza y participación. De tal "forma" que "cometer injusticia", "hacer mal" y "dañar" van de la mano. Convendría observar, en cualquier caso, que no es lo mismo exactamente "cometer injusticia" que "recibir injusticia", y tampoco lo es, aunque lo parezca, "cometer injusticia habiendo recibido injusticia" y similares. Hay matices que contemplar con más cuidado del que yo estoy poniendo, por desgracia. "Hacer mal" es una cosa y "responder al mal con el mal" es otra. Espero que quede aclarado, al menos como anotación.
Las variaciones podemos pensar que cumplen aquí una función didáctica, como si Sócrates estuviera asegurándose que, por ningún resquicio, dejan de pensar igual al punto de partida que han encontrado. No se han podido remontar más allá. Por lo que sea. O no lo han intentado. Desconozco. Pero en principio es suficiente, más que suficiente. El caso es que la repetición les afianza en la verdad que dicen. En nada se van distinguiendo unas de otras.
Sócrates toma la palabra. Para decir algo muy simple y sencillo, de primeras, aunque tiene su complicación. Y es que esta verdad aceptada "no cometer injusticia", una verdad teórica de una simpleza espeluznante, comporta y conlleva una complejidad enorme en la práctica. De modo que ya tenemos bien dibujados dos ámbitos diferentes conectados entre sí. Uno con el peligro de creerse todo, sin haber empezado nada. Otro iluminado en el que queda todo por vivir. Y este todo por vivir incluye, desde la cárcel en la que se está dialogando, la muerte y más allá de la muerte. Sin reducciones. ¿Será capaz la sencillez del mandamiento de superar todo avatar? ¿Será posible que ya contenga dentro de sí una respuesta para todo lo que está por venir? ¿Será posible que, en su compañía, la soledad de la existencia sea menor? ¿Será posible que no sea tan humano y, al mismo tiempo, perfeccione lo humano?
Sócrates toma la palabra. Un poco más. Y expone brevemente lo siguiente, según lo aceptado hasta ahora. Su negatividad es bien distinta de la lucha, por cierto. Su antítesis es una auténtica síntesis. Su negatividad, según se ve, es universal y alcanza a todos. En resumen:
Luego no se debe responder con la injusticia ni hacer mal a ningún hombre, cualquiera que sea el daño que se reciba de él.
οὔτε ἄρα ἀνταδικεῖν δεῖ οὔτε κακῶς ποιεῖν οὐδένα ἀνθρώπων, οὐδ᾽ ἂν ὁτιοῦν πάσχῃ ὑπ᾽ αὐτῶν.
He subrayado esto de "responder con la injusticia" dicho en una sola palabra. Porque se trata de "anti", de una "oposición", de una "respuesta", de un momento segundo. He subrayado esta palabra para una gran cantidad de personas que han hecho de la "respuesta" una "lucha" contra el otro hombre, contra quien responde, contra quien viene con su mal o supuesto mal. He subrayado esta palabra para hacer notar la diferencia. Y en Sócrates esta respuesta será una afirmación de permanencia en la tesis descubierta como verdad, pase lo que pase. Y este permanecer en ella será vivida hasta la muerte, no contra ella siquiera.
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