miércoles, 17 de noviembre de 2021

CRITÓN. Día 32. (Platón, 49b)

En resumen: 

De ningún modo se debe cometer injusticia. 

οὐδαμῶς ἄρα δεῖ ἀδικεῖν.

Y este es, en gran medida, el ideal común al que puede aspirar alguna comunidad que pretenda alcanzar el bien y cuya alianza no sea una necesidad inmediata o un enemigo a las puertas, sino la búsqueda en su propia existencia de la realización de su existencia misma vivida a fondo. Está claro que no era un "vivir" el que se buscaba, a toda costa, sino un "vivir bien". Ese "vivir bien" no puede vivirse sino de espaldas, casi literalmente, al mal y los males, que son las injusticias como actos de la voluntad humana. 

Esa "nada" citada el origen es nacimiento. Es una "nada" en forma temporal "nunca". Es una "nada" como modo, en tanto que modo. Después está "la acción", también como principio. Luego llega "el deber". Y por último, "la injusticia". Es una frase bellamente encadenada y pensada orgánicamente. 

Con toda su fuerza se hace casi mandamiento de la razón que razona hasta los fundamentos y bases. Está escrita en la condición humana que busca "vivir bien". Es reflejo de lo que ya sabemos que Sócrates decía respecto de su "daimon", que podríamos llamar "buen daimon", aunque solo le dijera un "no". Porque de aquí en adelante queda, formulado así el asunto, la libertad por sí misma en busca de "afirmación de sí". Solo ese "no" hace posible el "sí" en libertad acompañada, en libertad racional dialogando con la razón y enfrentándose al misterio de lo positivo. 

Queda mucho por decir. Pero la síntesis es brillante. Con esto ya la humanidad tendría ganadas infinidad de problemáticas y asuntos que se tuercen y se retuercen, que se estructuralizan de tal modo que parecen verdades verdaderas y positivas, viniendo de la nada de la que vienen, vaciando de sentido más que dando algo por lo que vivir. 

La injusticia, como palabra, será siempre algo que resta. Incluso como palabra se ha querido decir así y no de otro modo. No es lo bueno y lo malo, el bien y el mal, lo bello y lo feo, como ocurre en español. Sino que es una privación, una negación que, de no existir, por lo tanto dejaría a la justicia brillar por sí misma. Como queriendo decir lo más evidente: que sin injusticias, lo real como fundamento y base a lo que se enfrentaría la persona sería la justicia. Una concepción de la humanidad y del mundo enteramente optimista, que no hay que olvidar, aunque se olvide fácilmente. 


 

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