lunes, 4 de octubre de 2021

Diálogo sobre DIOS PARA PENSAR A DIOS de Gesché

Los siete libritos de Gesché traducidos por Sígueme son un pequeño tesoro que leí desordenadamente y que estos meses voy compartiendo con Santi (laico escolapio) y Jorge (Religioso Lasaliano) recuperando su orden. Su forma teológica es la apertura y el diálogo con los cambios de la posmodernidad y la secularización, recuperando formas fundamentales y propuestas amplias y dilatantes. Lo que pretende, y a mi modo de ver consigue, es impactar en la cerrazón con una aproximación ciertamente amplia, reconduciendo las posturas previas y muchos prejuicios a la reflexión sobre sí mismos. Las nutridas citas y referencias muestran que uno no está solo en determinadas posiciones. 

Tres cosas, de las que luego hablaré con estos dos amigos. 

1. La palabra Dios y el peligro de hablar de Dios. La fe, en la que no reparamos como confianza y esperanza, es un hecho humano fundamental. No se trata de diferencia entre creyentes y no creyentes, pues todos somos creyentes, sino que la cuestión es en qué tenemos puesta nuestra vida para continuar, cuáles son nuestros anhelos y apoyos más fuertes, con sus titubeos, y cómo dar forma a esta cuestión totalizante. Porque de su respuesta se suceden en cadena infinidad de consecuencias, no siempre pensadas. En el cristianismo esta forma es Jesús. Evidentemente, nadie la realiza en plenitud. Y ojo, que el camino siempre continúa abierto. La fe, para un creyente que se decide a vivir con fe realmente, se torna, aunque da vergüenza decirlo según parece, una enorme oscuridad que, y ahora sí, trata de vivir con amor y esperanza, reclamado por el Dios a quien no ve y el prójimo a quien sí ve. 

2. Algo muy acertado es plantearse en qué lugar se descubre a Dios mejor. El lugar natal, recuperando esa orientación fenomenológica, que no siempre comparto con él. Pero este punto es fundamental. La realidad se descubre en la realidad que se presenta y sobre la que se reflexiona. Es decir, en la vida. Dios es más para vivir que para pensar. No digamos para leer. No tiene sentido y quizá las críticas sean adecuadas y necesarias, aunque siempre las recibo como excesivas. Porque el pensamiento antecede en ocasiones a la vida. De eso se trata, por ejemplo, en educación y en la paternidad y maternidad. No van tan separadas. Aun así, me alegra que alguien, en una buena reflexión, plantee la cuestión de buscar a Dios en Dios mismo, por tanto en preguntar a Dios por Dios mismo. El cristianismo se muestra aquí en una posición privilegiada. Junto a lugar natal vería la importancia de la irreductibilidad como término esencial, que a mí me evoca mucho, porque es lo digno, lo esencial en la realidad. 

3. Lo último, el tema del trato personal con Dios y de Dios hacia la persona. Esto quiere decir que el camino, el método para encontrar a Dios como Dios, no como objeto, ni como pensamiento, ni como sentimiento, es la integridad de la persona. Y que el impacto auténtico de Dios es sobre la integridad de la persona. En todas sus dimensiones, de sí mismo consigo mismo, de sí mismo con otro, de sí mismo con la realidad circundante, especialmente con la vida y todo aquello vinculado a la Vida. Me parece que este punto sí es fuerte y consecuente, e impide hoy, en una sociedad fragmentada, hacer experiencia de Dios en cuanto Dios, y derivo, al mismo tiempo, el peligro de la idolatría, del fanatismo, de la violencia sobre Dios o en su nombre. Peligrosísima. Una palabra, Dios, a la que recurrir con mucho más cautela que como habitualmente la nombramos. Incluido yo mismo. En esta relación personal con Dios, descubrimos un Dios que nos trata igualmente de forma personal. Esto es de una radicalidad enorme. Pues hace que la Palabra llegue al corazón, a lo más hondo, y que la Eucaristía y la Comunidad alimenten, y que el Servicio sea entrega y sacrificio por otro. Es interpersonal, en la medida en que entramos en una relación con personal con Dios, el mismo Dios se muestra como capaz de revelarse y el ser humano es capaz de acogerlo. 

Si alguien quiere, esta noche nos vemos en el canal de Santi



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