viernes, 22 de octubre de 2021

CRITÓN. Día 06 (Platón, 44b - 44c)

Los paralelos son enormes. Las imágenes que se utilizan y que recorren la historia del pensamiento y la escritura son enormes. A poco que se haya leído se encontrarán. Para lo cual conviene saber cuáles son antes, cuáles después y qué tipo de relación hay entre unos y otros. Es una cuestión interesante, que a muchos ha ocupado: el estudio de los viajes de las imágenes en las culturas y la permeabilidad de unas a otras, y cómo se reciben y se integran redibujándolas y dándoles nuevos sentidos que las transformas. Fondos y formas. Materias y formas. Materia y memoria. 

Sócrates, recuerdo, está en la cárcel viviendo los días antes de su muerte, que llegará el día después de que arribe en el Pireo el barco que llega de Delos. Este reloj curioso marcará cronológicamente la hora o el momento. Sin embargo, aunque Critón piensa que esto es inmediato, Sócrates lo detiene porque ha tenido un sueño que le da un día más de tiempo, si acaso vida. Pero aquí se trata de confiar en un sueño y dejar de notar, como Critón, la urgencia de la muerte anticipando el supuesto dolor que causa. Un día más de margen. 

Aunque el sueño esté claro, porque para Critón lo está, da igual. Y Critón le expone a Sócrates un nuevo plan, una burla hacia el destino, un nuevo destino más fuerte que el destino mismo, una posibilidad que, quizá, el maestro no ha contemplado o no quiere contemplar, o que piensa que no tiene porque carece de los recursos suficientes, de la fuerza para llevarla a cabo. Por supuesto, en este momento entra la amistad de sus cercanos, dispuestos a darlo todo y perderlo todo con tal de que Sócrates continúe su vida y acción, sin problema alguno. Critón desea y quiere esto. No es el único, como bien sabemos. Y lo dice sublimemente, con un amor enorme. El valor de esta exposición deberíamos leerlo en esa consideración, no tanto en el plan. Sino de dónde surge el plan. 

Demasiado claro, según parece. Pero, querido Sócrates, todavía en este momento hazme caso y sálvate. Para mí, si tú mueres, no será una sola desgracia, sino que, aparte de verme privado de un amigo como jamás encontraré otro, muchos que no nos conocen bien a ti y a mí creerán que, habiendo podido yo salvarte, si hubiera querido gastar dinero, te he abandonado. Y, en verdad, ¿hay reputación más vergonzosa que la de parecer que se tiene en más el dinero que a los amigos? Porque la mayoría no llegará a convencerse de que tú mismo no quisiste salir de aquí, aunque nosotros nos esforzábamos en ello. 

λίαν γεὡς ἔοικενἀλλ᾽ δαιμόνιε Σώκρατεςἔτι καὶ νῦν ἐμοὶ πιθοῦ καὶ σώθητιὡς ἐμοίἐὰν σὺ ἀποθάνῃςοὐ μία συμφορά ἐστινἀλλὰ χωρὶς μὲν τοῦ ἐστερῆσθαι τοιούτου ἐπιτηδείου οἷον ἐγὼ οὐδένα μή ποτε εὑρήσωἔτι δὲ καὶ πολλοῖς δόξωοἳ ἐμὲ καὶ σὲ μὴ σαφῶς ἴσασινὡς οἷός τ᾽ ὤν σε σῴζειν εἰ ἤθελον ἀναλίσκειν χρήματαἀμελῆσαικαίτοι τίς ἂν αἰσχίων εἴη ταύτης δόξα  δοκεῖν χρήματα περὶ πλείονος ποιεῖσθαι  φίλουςοὐ γὰρ πείσονται οἱ πολλοὶ ὡς σὺ αὐτὸς οὐκ ἠθέλησας ἀπιέναι ἐνθένδε ἡμῶν προθυμουμένων.

En cinco partes. Lo primero, el corte con todo lo anterior. El mensajero con mensaje no se entera del mensaje que ha recibido y corta con él, por incomprensión o falta de significación o por la fuerza totalitaria de los hechos en los que ha creído, es decir, por la brutalidad de la facticidad, por la exagerada fuerza de los hechos inmediatos, sin distancia alguna con ellos. 

Lo segundo, el elogio de Sócrates, en unas palabras vinculantes, penetrantes. Amigo y amigo comparten, más allá de la larga consideración de la relación como magisterio y ministerio, una única vida que los implica. Lo que Sócrates haga arrastrará consigo a Critón. Lo que Critón haga arrastrará igualmente a Sócrates. Dicho de otro modo, la muerte de Sócrates será la muerte de Critón, no una mera anticipación y aviso o mensaje para sí de su propia muerte y destino. Comparten vida, no tan separados como habitualmente se dice. Si uno muere, otro también. Y no vale aquello de que la vida sigue adelante, sin más. Critón dice que es un "amigo como ningún otro" y lo cierto es que "no encontrará otro igual jamás". Absolutamente de acuerdo. 

En tercer lugar, el añadido que hace de su propia vida social. Critón, ante la muerte, sigue mirando de reojo a los demás y su opinión. ¿Tan pobre ha sido la relación con Sócrates, tan escasa la vinculación, que lo que ha hecho pensar el maestro al discípulo ha sido algo así como que ante la muerte hay que tener presente a los demás y lo que los demás pensarán? ¿Ese es el criterio de la buena elección? No es un mirar de reojo inevitable, sino que su atención está centrada, no en lo que ocurra o deje de ocurrir, es decir, en la vida misma, sino en cómo los demás puedan interpretar (malamente, además, y lo sabe) lo que está pasando. O es esto, o Critón quiere presionar y es un argumento de chantaje. Los muchos, esa mayoría informe, ¡ay los muchos! Esa opinión general ligada a lo inmediato sin interrogantes y dictatorial. 

En último lugar, aunque quedan infinidad de temas interesantes, el contraste de voluntades entre Sócrates y los amigos. Ese querer que, en libertad, manifiesta que la realidad podría ser de muchas formas, según quién decide. Y que vemos como una fuerza que simplemente dirige la historia. Pero, dado el contexto, surge una gran pregunta y problema. ¿Alguien filtra la realidad para que no ocurra cualquier cosa, de cualquier manera y tenga algún tipo de sentido?



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