lunes, 20 de septiembre de 2021

ÉTICA A NICÓMACO. Libro I,6 (Día 09)

Vamos a criticar a Platón. Para Aristóteles, Platón y los suyos no han hablado ordenadamente y todo lo han mezclado. Y como lo han dicho todo "como dialogando" no han establecido una prioridad de lo fundamental respecto de todo lo demás. Y como "el bien" vale para todo y se aplica a todo, hay que tener claro de qué se está hablando. Porque no será lo mismo hablar del bien en sí mismo, que del bien en cuanto a cualidad de otra cosa en sí misma considerada, que de la relación entre otras cosas establecidas. Es más, hay que tener claro, bien claro, que una cuestión es relativa a la sustancia y otra muy diferente a la relación, que será como "accidente" en ella. Y, para Aristóteles, no es común, no se dice de la misma manera, no comparten nada. 

Lo dicho, que la palabra "bien" se dice de muchos sentidos (se dice de muchas maneras), por lo tanto es flexible. Y aquí el filósofo, ya que hay confusión, lo que prefiere es, en lugar de esclarecerla con rigor, casi negar su realidad en alguno de los modos en los que se dice. Pero, como conviene ver, lo que está haciendo es aplicar un criterio. Criterio que, a la postre, niega. No sé bien por qué motivo, porque parece aplicarlo y negar, de ese modo, la existencia de una "noción común universal y única". 

Es más, como conocimiento y realidad van unidas, de una única realidad deriva un único conocimiento. Y esta es su forma de comprender, de modo reducido la realidad, pues al hablar de modo oscuro de la participación o no entender la prioridad del bien sobre todo lo demás, a los diferentes conocimientos de las diferentes realidades no aplica una idea mayor de bien, porque ha quedado desarmado frente a su investigación, que a buen seguro hubiera podido adquirir por la vía por la que comienza su conocimiento con un poco más de finura. Con todo, Aristóteles está tan al inicio de ciertas investigaciones que es asumible que sus primeros pasos no puedan llegar más lejos. Pese a que los hubiera podido adquirir y profundizar en la Academia. 

Vuelve sobre aquello que es "considerado en sí mismo", la "cosa misma" para criticar que sea posible porque no tiene duración, o algo así, o no puede encontrar la relación entre lo universal y lo concreto, lo general y lo individual. Ahí, en ese viaje, se pierde. Porque prefiere andar al revés. Como si los platónicos partieran precisamente de eso, tal y como seguimos explicando hoy, aunque eso no sea filosofía platónica. 

A los pitagóricos sí les da mayor credibilidad por su teoría de los números y tener el uno como prioridad y establecer el uno como origen. No el uno de la totalidad, sino el uno concreto, lo concreto que parte de los sentidos como noticia de que "algo hay". Sin embargo, sobre esto, es tan escaso lo que dice que solo los alaba en comparación con los platónicos. Poco más. ¿No eran los platónicos suficientemente estrictos? ¿Qué vivió el joven Aristóteles junto a su maestro?





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