lunes, 11 de enero de 2021

Que empiece la fiesta

Colegios y educación solo abierta en internet. Profesores, alumnos y familias (sin conciliar) pendientes de televisión, ordenador, tableta o móvil, cualquier pantalla justifica hoy su encendido por motivos educativos. (Clases presenciales, para el lunes 18 de enero. Hasta entonces, a darle fuerte a las pantallas. Ya lo tengo organizado, al menos esta semana.)

Buen momento para recordar, por si alguien quiere dialogar un rato, mi contribución al libro de PPC 2020 "El futuro ya llegó... y tiene memoria. Hacia una educación mejor después de la pandemia." En concreto, mi capítulo es sobre educación a distancia, educación digital. 

La programación sigue adelante, como se pueda. Habrá que tener muy clara la capacidad y competencia real que tenemos. No solo del profesor, también los alumnos. 

Esta mañana leía nuevamente un artículo punzante del gran estudioso del socratismo: Gregorio Luri. Como el maestro griego, las preguntas que hace de vuelta son tan esenciales y claras, que resulta casi imposible no reconocer nuestra situación de pérdida y de ignorancia. 

Por si fuera poco, esta mañana me he encontrado dos frases del P. Chaminade (fundador de los marianistas), que iluminan bien, desde hace 200 años, la esencia de toda esta más-que-tarea que se realiza en las escuelas: 

1. "Enemigos de las innovaciones imprudentes tanto como de la rutina ciega, hemos puesto en práctica las doctrinas adquiridas por los modernos, sin apartarnos de los principios consagrados por la experiencia" (7 abril 1825. Súplica al Rey Carlos X). Y conste que la escuela marianista tiene por principio educativo famosísimo la siguiente sentencia grabada a fuego en sus iniciativas: "Métodos nuevos para tiempos nuevos."

2. "La suficiencia nos ciega con frecuencia. Por inteligente que uno se crea, es muy peligroso aferrarse a las ideas propias. Antes de pronunciarse o decidirse, es prudente consultar en las dificultades. Hay que desconfiar de sí mismo y de las ideas propias." (29 octubre 1830. Al P. Lalanne).

Ahí lo dejo, pero he encontrado más, de noble cuna. Si alguien quiere, puede asomarse a sus principios esenciales. De momento, la tecnología sirve para cubrir el expediente. Nadie dijo que sea fácil cambiar de época. Espero que en río revuelto no se tire el niño con el pañal. Perdón por la mezcolanza. Me ha salido así. 

El inicio del Hobbit habla mucho de la vida cómoda, sin aventuras, ni sorpresas. Ese mundo maravilloso y épico es, en realidad, una jodienda de vida de la que solo se puede estar orgulloso de pasada. Hay personas que no sabemos estar quietas en lo que hay. Somos los antihobbit. No sé si nos van las aventuras, porque a mí solo me van algunas aventuras de tipos muy concretos y no cualquier cosa. Lo que tengo claro es que la quietud y tranquilidad de va y mucho cuando tiene un cierto movimiento de aquí y de allá, de tema a otro tema. ¡Hoy he vuelto a pisar dos charcos sin salir de casa! ¡Por qué no me callaré un poco más! 

LECTURAS
  • Libros sapienciales. La Biblia tiene una parte hermosa y desconocida en el Antiguo Testamento. Son un conjunto de libros que tradicionalmente se denominan ketubim. Job, Proverbios, Sabiduría, Ben Sirá, Qohelet, Salmos, Cantar de los cantares... Muchos géneros unidos en un mismo grupo. Ayer comencé, otra vez, Job. Acepto sugerencias buenas de estudios sobre el libro. No tengo ninguno.  
  • TOLKIEN, J. R. R., El Hobbit, BOOKET. Me entró morriña y recuerdos de juventud. Descubrí estas historias por el juego de rol. Después la trilogía El Señor de los Anillos. Luego las películas, por Navidad. Que habré visto unas cuántas veces. Una, con las versiones extendidas de 4 horas cada una, en un mismo día. África dio para mucho. 
  • SAEZ DE MATURANA, Francisco Javier, Juan el Bautista. Una aproximación al profeta del desierto, PPC 2020. 
NOTAS
  • La política y la nieve. Todo se mezcla. En lugar de gestionar lo complicado, algunos desearían que se pudiera controlar cada gota. Se enturbia y congela todo. 
  • Ayer, el amigo cumpleañero me contó que estaba leyendo la Biblia de continuo, como quien lee un libro de literatura. Sin duda la visión que queda es muy distinta a la de los estudios detallados y separados. También hablamos del famosísimo "El infinito en un junco". 
  • Tuve una conversación en Twitter sobre el lenguaje bélico y el enfrentamiento cultural social. Terminé encontrándome, por cosas de la vida y de las tareas, con una cita de Pablo a los romanos que no esperaba y calló como de sorpresa: En lo posible, de vuestra parte, tened paz con todos. Queda apuntado. Que conste que dialogaba con alguien mucho más sabio, bueno, inteligente y cristiano que yo. Pero ahí estuve, queriendo dialogar sin violencia y guardándome al máximo toda ironía que pudiera ser interpretada como burla o sarcasmo. Comparto plenamente que hay un interés en ciertos grupos por ridiculizar el cristianismo e impedir que se descubra por sí mismo en la vivencia de las personas. 
  • Twitter es una locura. Lo del Papa ayer era una paranoia total. TT mundial. Y algunos cristianos tomándose en serio lo que no era nada más que una broma de mal gusto. No sé cuántos miles de personas se lo creerían. Ahí es donde está el problema. Algo que también pasa con los poetas, con los artistas, con los cantantes, con los actores. En todo hay siempre un regusto de más profundidad de lo que se reconoce. 
  • Hay momentos en los que dan ganas de no responder preguntas, porque van siempre en la misma línea. Se repiten y se repiten. Sobre todo cuando son los esquemas de la otra persona los que muestran sus limitaciones. Son preguntas que quieren señalar: Esto no lo he pensado, ni imaginado, ni soñado. 
  • Las clases online pierden toda la fuerza de la presencialidad (tiempo), de lo común y compartido que envuelve a todos (espacio), de la obligación de lo interpersonal (encuentro). Los contenidos pueden fluir sin miradas, porque no hay vida en ellos. Se objetivan las personas en avatares, a los que no se puede pedir mucho. Mi recomendación: veinte minutos de presentación ágil y clara, y tiempo de trabajo posterior. La pregunta es cómo hacer seguimiento de todo eso. ¿Más ejercicios, más deberes?
  • Siempre que tengo una tarea urgente que afrontar se me ocurren cientos de otros asuntos que me reclaman y llaman. La diligencia es una virtud que no se consigue nunca. Un día se vence, al día siguiente toca también vencerla. 
  • Último, una frase de Chaminade que puede somar extraña y que es puro Aristóteles. Conviene pensarla realmente: "Prudencia y valor: prudencia valerosa y valor prudente." ¡Me encanta, pero ha sido descartada! ¡Así comienza la democracia, jejeje!
Así amanecimos hoy, desvelados. 



No hay comentarios:

Publicar un comentario