jueves, 28 de enero de 2021

Entrar en clase con los alumnos en silencio y sentados

Ayer no lo pude contar, porque no tuve tiempo. Además, llegué a casa revuelto y después de cenar y preparar la comida para hoy me tuve que ir a la cama. Un dolor de cabeza de los que empiezan por el cuello y van subiendo. Resultado, levantarse y vomitar. Algo para que se pase, rebajado por la nueva ley a 400 y a dormir del tirón. 

Por eso no pude contarlo. Ayer, en mi segunda hora, es decir, las 9:40h sucedió inexplicablemente lo siguiente. Iba a clase y, ya en la puerta, me sobrecogí al ver a todos los alumnos sentados y en silencio. Atrapado por el pánico no quería entrar. Dando pasos lentamente por el pasillo miraba a un lado y otro. Por fin llegué a la mesa de profesor. Comprobé la silla. Todo en aparente orden. Quería sentarme pero todos seguían atendiendo. Les pregunté qué tal estaban y qué estaba pasando. Más silencio. Y comencé la clase. Aún hoy no me explico qué pudo ocurrir. Pero lo viví y daré testimonio de ello. A lo mejor no me creéis, pero es porque no lo habéis visto como yo. 

Hoy es Santo Tomás. En mi época, día sin clase. Patrono de la educación secundaria. Para celebrarlo, he pedido a la alumna de primera fila que me saque una foto al empezar el día. Se percibe perfectamente mi pose magisterial y cómo me río en un entorno digitalmente enriquecido. No se ve a ningún alumno presencial, solo aparece uno de la mitad del turno domesticado, es decir, de los que están en casa. En mi vida he dado clase sentado así, en la gran mesa catedralicia, pero esos tiempos lo revuelven todo. 

Evidentemente, ha ido muy bien y mis alumnos siempre están atentos y participando activamente. Menos uno, que estaba jugando con el móvil (a ver qué dicen sus padres cuando lean la nota). 

Algo muy sencillo. Hoy tocaba comentar un párrafo. Ya os he contado lo que cuesta entender la estructura interna de un texto, así que como para reconocer referencias intertextuales, teoría de la redacción o de las formas, ambiente sociocultural o dimensión sapiencial o teológica. Os cuento algo que pocos saben. Uso en clase siempre un par de palabras por sesión extrañas. Más o menos planificadas. Para incrementar el acerbo lingüístico, usadas no como vocabulario sino en la misma explicación o conversación. ¿Todos sabéis de qué hablo, claro? 

La polémica del día, que me ha llegado, es la de Dumbo. Mientras la sociedad esté entretenida en estas cosas no serán necesarios ni pan, ni circo. Eso que ahorramos. 

La cifra de parados, personas sin trabajo, y apuntados a la seguridad social es escandalosa. Lo entiende muy bien quien lo sufre. Curiosamente, entiende muy bien esto quien forma parte individualmente de un conjunto difuso del que muchos ni se hacen cargo, ni comprenden. Todavía se escucha algún fantoche, hijo de papá, que piensa que si no se trabaja es porque no se quiere. Esto es lo que digo cuando expreso que venimos a un mundo de partida injusto, desigual y desequilibrado, cuya injusticia me precede y de la que soy, sin embargo, responsable. Tengo que volver a las frases cortas. 

En breve me toca ir a la piscina. Es jueves. Mejor dicho, al vestuario de la piscina. Cambiar y venir, aprovechar veinte minutos y volver a ir para volver a volver. Es todo muy rápido, pero parte la tarde. Y no está ni el tiempo, ni la situación como para llevarme un libro y no perderme en desplazamientos. 

El próximo lunes a las 16h, coloquio en razonabierta.org que podré seguir digitalmente. Uso YouTube básicamente música, conferencias y preguntar cómo se hace esto o aquello. Hoy un compañero profesor me ha pasado un enlace en el que podré descargarme nuevamente BibleWorks. Si no conocéis este programa y estáis interesados en la Biblia es que probablemente no estéis muy interesados en la Biblia. Llevo sin él desde el inicio del curso, cuando me formatearon el ordenador. De paso se perdió el libro que estaba escribiendo. Daños colaterales. Nada que lamentar realmente. 

LECTURAS

  • Echo de menos mucho las revistas. Ayer hablé de tres. Pero la lista es mucho más amplia. Razón y fe, anda que no tengo yo horas consumidas en sus artículos. Sal Terrae, también de los jesuitas, con su monográfico mensual de carácter teológico pastoral, en ocasiones rozando la sociología, el análisis psicológico o la mucho más seria filosofía religiosa actual. Otras que acumularía sin medida son Concilium o Selecciones de Teología. Esta última es una revista muy curiosa, porque lo que hace son resúmenes de artículos que aparecen en otras revistas. Una especie de reseña de artículos. Es muy buena. No sé quién está detrás de ella. De otras publicaciones especializadas hablaré más adelante. Otros días o en otra ocasión. No me da tiempo. 
  • LEVINAS, Emmanuel, Totalidad e infinito, SÍGUEME. Tengo dos ediciones. Una con post-it y otra sin ellos. Solo se puede leer el segundo. Que es una edición corregida de la anterior traducción. Como hay que empezar de algún modo, mejor por la página primera. Esa que sentencia que no hay paz conocida y solo aspiración a ella. Hay partes que puedo citar de memoria. El segundo párrafo inicia así: "La lucidez -apertura del espíritu sobre lo verdadero-, ¿no consiste en entrever la posibilidad permanente de una guerra?" Luego, ya sabéis, cita también a Heráclito para dejarlo pronto arrinconado. 
  • BALTHASAR, Verbum caro. Escritos teológicos I, ENCUENTRO. El cuarto artículo se titula "Dios habla como hombre". Dice cosas así: "El tiempo no es, pues, en modo alguno una corriente uniforme; tiene momentos de consideraciones misteriosas, instantes cumbre, en los que el hombre se hace libre y se elige. En las "horas estelares" de su existencia el hombre tropieza con su verdadera imagen, con su vocación y con la gracia que en ésta se le otorga." El párrafo continúa.
  • Propongo leer, para cristianos, todos los años un libro de cristología y otro de exégesis bíblica. Otros asuntos pueden ser opcionales. No encuentro mejor espiritualidad que esta. Mejor dicho, después de esto, la espiritualidad, la moral y todo lo demás entran de otro modo. Empezar por el tejado, querer correr mucho, no es tan sano. Se llega donde otros han tenido que ir despacio y andando. 
  • Busco libros nuevos. ¿Alguna recomendación sobre novedades editoriales? Si no, sigo releyendo. Que tengo bastante material. 
NOTAS

  • Ya queda menos para febrero. Próxima semana, cambiará este blog. Un mes haciendo lo mismo me cansa. Tengo que cambiar. Voy a intentar corregir de una vez las frases largas. Y procurar eliminar el "pero". Me gustaría escribir in-adversativamente. Como se diga. Lo cual es muy chungo. Es porque creo que los uso demasiado. Pulir la escritura también será pulir un poco mi forma de existir, de pensar, de vivir. Ojo, que la pretensión es grande. Se aproxima la cuaresma y estoy en modo giratorio, ando dando vueltas a lo de siempre. 
  • Unas alumnas han venido hoy a felicitarme el cumpleaños. Se han confundido por poco. El error fue mío. Es el jueves, pero de la next week. Insisto, ya tengo mi lista de libros que deseo. A menos que surjan amigos de debajo de las piedras, mi deseo será insatisfecho plenamente. Mejor dicho, solo será parcialmente satisfecho. Ni tocándome la lotería que no juego nunca agotaría de un plumazo los pendientes. Y el tiempo no se compra, aunque algunos crean que lo pagan. 
  • Del panorama político, dudo mucho. Lo que se habla es seguramente lo menos importante de todo lo que hay en la mesa. Respecto a la pandemia, confío en que el 14-F no sea otro 8-M. Sigo sin comprender a los ciudadanos que defienden partidos políticos sin saber responder siquiera a algo que han hecho por ellos. Tal y como está el asunto resulta muy similar a ser aficionado de un equipo de fútbol. Añadiendo además que es mucho más sano ser de cualquier equipo de primera, segunda, tercera, cuarta o decimonovena que alinearse con estos partidos. No sé cuándo llegará cierta prudencia y calma, porque si leo a Platón o Aristóteles y los entiendo bien el siglo XXI es porque no es que no se haya dicho. 
  • Hablo con mis alumnos del problema teórico y práctico. Saber, lo que es saber, sabemos muchas cosas. Demasiadas incluso. Sobre el saber hacer no hay preocupación alguna, según percibo. Qué enorme abismo hay entre las dos cosas. Qué dura y persistente es la conciencia. Redundante, diría yo. Ya que todos quieren poner asignaturas en el colegio propongo la mía: Escucharse a uno mismo. Una hora a la semana de silencio para escucharse a sí mismo. Que nadie me diga que es ideológica o sectaria. El profesor, que haga lo mismo. 
  • Por favor, que alguien ponga multas a los que van por la calle sin mascarilla. Ingreso directo para presupuesto educativo reforzado. En un mes, bajamos la ratio a márgenes razonables.   
IMAGEN

Ya la he comentado arriba, así que solo un apunte más. Si te pones mal la mascarilla, lo notarás en que las orejas se van hacia delante. A lo mejor este detalle ayuda a algunos a estudiar y escuchar más. Creo que está en el origen de mi dolor de cabeza. Si alguien tiene datos científicos y quiere colaborar con mi estudio, que me los pase. 

 


2 comentarios:

  1. Comparto tu recomendación de leer, al menos, un libro de cristología y de exégesis al año. Los laicos debemos tener auténtica conciencia de la importancia de la formación por responsabilidad eclesial.
    Yo leo y releo mucho. Últimamente en francés.
    Me alegra saber que estás mejor.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias... La verdad es que van dos días seguidos igual... Con dolor de cabeza que va incrementándose a partir de las 20h y me deja KO... Ayer otra vez... He dicho cristianos en general, porque tanto unos como otros tienen abandonada su formación realmente... Unos no la conocen si quiera, otros la conocieron y ahí se quedó el tema... Me alegra que leas, ya lo intuía yo... jejeje... en varios idiomas además... La próxima semana es mi cumpleaños y ojalá lleguen unos cuantos libros más...

      Eliminar