Abreviando, pero todavía no

Dentro de una semana se acaba esto de holgar y tocará remangar las publicaciones. Será entonces cuando me abrevien por hostigamiento. Todavía no. 

Mis otros blogs han sido siempre en Wordpress. Me paso a Blogger por una triple y única razón: desinstalarme, refrescarme, desrutinizarme. Por ahora mucho mejor Wordpress. Lo que pasa es que solo busco un lugar donde escribir. Con lo que hay, me vale. 

Escaso y frío parqueamiento con Rafa y familia esta mañana, después de llevar a los pequeños a ver a los Sabios de Oriente. Su hija mayor, de diez años o así, se ha quejado al minuto de que ya estuviéramos hablando de libros. ¡Poco hablamos para lo que habría que hablar!

La imagen es sobre el problema de la conciencia de la conciencia (dicho queda) y muestra mi buen uso de las nuevas tecnologías. 

Por cierto, respecto a "las rutinas" vacías, esas que inundan días sin sentido ninguno, la mejor expresión que las define la encontré en Kierkegaard (¡cómo no!): "continuidad de la nada". ¡Brutal! Es lo que vive en la vida anodina, sin novedad, todo repetición, esclavizada, que aguarda una libertad que no quiere ejercer. La libertad se hace. Y todos somos libres. ¡Probadlo! Libres y responsables. La no-libertad es también libertad en nuestro caso, que no somos piedras. Buscad la referencia, si queréis, en "El concepto de angustia". Otro libro que, al intentar buscarlo ayer, no he sido capaz de encontrarlo donde debería de estar. ¡Ojito con este libro!

Cambiar y mover no son exactamente lo mismo. Aunque pueda parecer que el "cambio" es interno y el "movimiento" es externo, yo optaría por elegir las palabras y usarlas a la inversa. Eso permite comprender mejor la realidad y a nosotros mismos. El mundo está en cambio permanente, las personas se mueven desde sí mismas, hay movimiento, motor, mociones, motivaciones. Cierto que algunas vienen "de por allí", pero tienen que tocar algo de la persona para ser efectivas. Algo extraño puede provocar interiormente miedo y el miedo es el que mueve -demasiadas veces- las acciones.

El cambio se ve, mientras ciertos movimientos permanecen siempre en lo invisible, por mucho que queramos. Ponerles palabras, al menos en mi caso, me parece que termina en un ejercicio de traición que es incapaz de desvelar su auténtico misterio. Ponerles palabras suele ser, en según qué tiempos, una fábrica de producciones racionales en las que el producto ya no deja espacio alguno a la materia prima; su vida, de raíz, murió al traspasarla a una maceta más pequeña. Esta insatisfacción por la imposibilidad de total determinación, semejanza y adecuación deberíamos tenerla más presente. ¡Nos pueden las palabras!

Cambiar por cambiar es tontería. La verdad. Hay un elogio del cambio que claramente empobrece la realidad. En lugar de estar sujetos a algo con pasión, aferrados como si no hubiera mañana, contra cualquier tormenta, algunos se empeñan en emponzoñarse más y más con experiencias estúpidas que no tienen ningún sentido y que van vaciando progresivamente. 

Buscamos plenitud, está claro. Siendo como somos limitados y finitos, la deseamos. Y no la encontraremos si nos volcamos hacia más finitud y limitación. Heridos por lo eterno y lo infinito, sin duda nuestra verdadera quiebra y rendija, que impide la cerrazón.  

Hans Urs von Balthasar (Hans solo para los amigos) escribió muchísimo y no a lo loco. En el primer volumen de sus Ensayos Teológicos, el primero se titula: "Palabra, Escritura,  Tradición", dice cosas profundísimas al respecto. Respecto a la relación con la Iglesia, a ver cómo os suena esto y qué estamos haciendo: 

Cuanto más se entrega Dios, en figura de hombre y, por consiguiente, en figura de impotencia, a la Iglesia, para elevar a ésta y para enriquecerla, tanto más tiene la Iglesia que humillarse como sierva y adorar, en la bajeza del Hijo, la altura suprema de Éste. (p. 20)

Por si fuera poco, sigue adelante. La Palabra (atestiguada y atestiguante) se da y habla sobre Dios, el mundo y la persona (el hombre, para los puritanos). Al final de este recorrido, como plenitud que se da, reflexiona Balthasar y aclara algo que no debemos olvidar, a mi entender: 

Aquí será mejor evitar el empleo del vocablo "conclusión" pues no es un término adecuado al cristianismo. La plenitud alcanzada no es una conclusión, sino, más bien, un comienzo. Es el comienzo de las infinitas influencias de la plenitud de Cristo dentro de la plenitud de la Iglesia, el comienzo del crecimiento de la Iglesia y del mundo hasta alcanzar la plenitud de Cristo y de Dios, tal como la describe la Carta a los Efesios. Y es también el comienzo del despliegue y del derramamiento de la plenitud infinita de la Escritura en este espacio de la Iglesia, plenitud cuya riqueza no será bastante hasta agotar la historia universal de todos los tiempos. Todo libro humano es finito en su contenido. Se estudia, se lee, se aprende de memoria, y un día se rebasa y ya no se necesita. La Escritura, empero, es la Palabra de Dios. Y cuanto más se la investiga, tanto más ampliamente se abren, inmensas y sobrecogedoras, las dimensiones divinas. (Y cita Ef 3,18-19)

Qué grande. Mañana también lo citaré. El siguiente ensayo del mismo libro. 

Tengo que volver a acostumbrarme a compartir la mesa de trabajo por las noches, hasta cierta hora. Como en la biblioteca. Estar centrado aunque haya movimientos. Da pereza. Nada fácil. ¿A qué hora os acostáis en vacaciones, que se me está yendo de las manos?

LECTURAS

• ROCCA, Ettore, Kierkegaard. Secreto y testimonio, COMILLAS 2020. En la colección "ACENA", que no tengo ni idea de lo que significa, ni por dónde empezar a buscar. El mejor texto para introducirse en la grandeza del joven filósofo danés y su cristiano socratismo. Con un poco de suerte, esta noche quedamos -online- dos o tres amigos para comentar los capítulos sobre Estética y Ética. ¡Fiestorro a la vista! 
• BERGSON, Henri, Ensayo sobre los datos inmediatos de la conciencia, SÍGUEME 1999. Muere en París tal día como hoy hace 80 años. No hace falta ni citar su influencia. Si alguna vez piensas que "apertura de mente" como algo positivo -que aporta- y "cerrazón" como algo negativo -que te niega algo-, estás pensando incipientemente en sus categorías. Por cierto, este año Trotta tradujo y publicó, justo antes del confinamiento duro, su trabajo sobre "Las dos fuentes de la moral y de la religión". Y Paidós, el año pasado, "La historia de la idea de tiempo". Durísimo, pero interesante. Sobre Bergson, el amigo Rafael Narbona @Rafael_Narbona tiene un artículo muy especial en elcultural.com. Corred a leerlo, que todavía no hay que pagar por ello. 
• GARCÍA INDA, Andrés, La dulce militancia. Crítica de la razón indignada, MENSAJERO 2020. ¡Le acabo de poner mi exlibris, una trirreme, que se me había olvidado!  Andrés es uno de los muchos intelectuales preocupados por la deriva violenta e intolerante de la política de partidos y del contagio social que está provocando. Una ciudadanía activa no es una ciudadanía indignada, sino con propuestas reales y posibles, que abandera ideales abiertos. Me encantó leerlo. Creo que el capítulo 6 es esencial para comprender a todos esos ingenuos habitantes de Occidente cuya vocación política es defender políticos, en lugar de ser protegidos por ellos. ¡No te lo pierdas! (Soy de los que piensan que ya estamos en guerra, mientras los cavernosos están cómodamente cayendo a nuestro lado a manos de la barbarie; y no sé si volveremos a ver la guerra al modo como la vieron nuestros inmediatos antepasados del siglo XX, mis abuelos; ellos siempre la odiaron.)
• RONCHI, Ermes, Las preguntas escuetas del Evangelio, PAULINAS 2016. Tengo la tercera edición. Me lo recomendaron tarde. Muchos amigos no hablan de lo que leen, hasta que no les tiras de la lengua. Es un libro para la lectura espiritual, sin agitación y dejándose mover. Ciertamente, tenemos un lenguaje propio que no es para todos. Y que tiene mucha riqueza de matices. 
• Todavía no lo he leído, pero dice mi amigo Antonio que el Mensaje del Papa Francisco en la Jornada Mundial de la Paz es espectacular. Lo dejo ya apuntado, porque lo leeré esta noche sin duda. (Está disponible en internet, claro.) Se titula "La cultura del cuidado como camino hacia la paz."

NOTAS SUELTAS

• Sigo buscando un libro muy bueno sobre historia de la Música. Estoy interesado un poco en todo. Aunque me gustaría leer algo muy bueno sobre Palestrina, Bach y Haendel (Hängel, puritanos). Wikipedia aporta lo que aporta. Y luego scholar.google.es es ya para iniciados con criterio. 
• En origen de la palabra "movimiento" ha tenido algo que ver Newton. Hoy sería un día especial para él: cumpleaños feliz. 
• Rothko tiene algo que me atrae: su arte. Tendría que estar en su capilla para ver si me dice algo más. Su vida no me atrae nada, fue muy trágica. Estudió los colores como pocos. Solo así se puede comprender su obra. Hay que saberla para mirarla. No son sensaciones simplemente. Está lo invisible en ellas, como fractura, como división, como alteración de ambos, como composición aparentemente simple. Al final caerán un par de lecturas sobre él. 
• Ayer David Álvarez @davidspike90, con una camiseta elocuente, dijo que las mejores Variaciones Goldberg son las del virtuoso -me encanta usar esta palabra- Glend Goud. Claro que sí, amigo. Pero no es un clave de dos teclados. YouTube es el mejor lugar que tengo para escuchar todo estos grandes influencers. 
• En YouTube hay un joven argentino llamado Echo Cult que tiene 34 encuentros de 1h y 30m de media cada uno, sobre un único libro de Kierkegaard. ¿Cuál? ¡Las obras del amor! ¡Toma ya! ¡Locura máxima!
• Mientras yo escribo aquí, algo estoy dejando de hacer algo, que ni sé. Seguro. Si lo que no hago pero haría fuera algo malo, entonces estaría haciendo algo bueno. Digo yo. Si es al revés, tampoco hago tanto daño. Las omisiones son como las posibilidades. Comprometen mucho sin ser todavía. ¡Ya vendrá el tío Paco con las rebajas! Yo tengo un tío que se llama Paco y no sabía que había un Paco proverbial. Imaginad mi miedo infantil cuando venía a casa.