lunes, 8 de septiembre de 2025

Fedro. Día 8. Platón 229b

Todavía no se han sentado a leer el diálogo. Seguimos en los previos. Y, buscando el sitio adecuado, Fedro le pregunta ahora si no es por estos sitios, cercanos al arroyo Iliso, donde Bóreas arrebató a Oritía. 

Es Ovidio quien conserva para nosotros esta historia. El dios Bóreas, hijo del Titán Astreo y la diosa del amanecer Eos. Es conocido su ímpetu y carácter violento. Como dios de los vientos del norte era temido. Aunque también hay momentos en los que beneficia a la misma ciudad en la defensa contra los enemigos. El caso es que se recuerda que, por allí, ocurrió algo de esto y Bóreas se llevó consigo a la hija del rey de Atenas del momento, Oritía. 

El joven pregunta si fue por allí y Sócrates responde que es lo que se dice. 

Φαῖδρος

εἰπέ μοι, ὦ Σώκρατες, οὐκ ἐνθένδε μέντοι ποθὲν ἀπὸ τοῦ Ἰλισοῦ λέγεται ὁ Βορέας τὴν Ὠρείθυιαν ἁρπάσαι;

Σωκράτης

λέγεται γάρ.

E insiste de nuevo que, ante la belleza y tranquilidad del arroyuelo, le parece un lugar adecuado para que jueguen, disfruten y gocen libremente las muchachas, como Oritía. Pero Sócrates le corrige y precisa que no es por allí, pese a sus impresiones y a que a él le parezca muy adecuado, sino que más adelante hay un altar que recuerda el sitio donde dicen que pasó. 

A propósito de todo esto, finalmente se llega al a cuestión radical sobre el mito y Fedro, que en principio va a ser el interrogado, pasa a ser interrogador. 

Φαῖδρος

οὐ πάνυ νενόηκαἀλλ᾽ εἰπὲ πρὸς Διός Σώκρατεςσὺ τοῦτο τὸ μυθολόγημα πείθῃ ἀληθὲς εἶναι;

¿Qué es el mito? Visto desde nuestra perspectiva histórica sería terriblemente injusto atribuirle un significado meramente poético o literario, como si fueran composiciones de carácter estimulante o edificante meramente. Comportan una auténtica cosmovisión y, con ella, una forma de vida. 

Frente a quienes consideran que nos hemos separado de los mitos, a mi entender eso es imposible. Hemos transitado de un logos a otro, el llamado mito es también un logos, una razón, un sentido. Lo importante es comprender que nuestra comprensión global del mundo necesita, aunque quisiéramos ir directos, el rodeo por el logos. El logos avanza en la historia a medida que el ser humano se detiene también en él y él es ayuda para alcanzar la realidad misma. 

La pregunta de Fedro tiene su riesgo. Las enseñanzas de la ciudad igualmente fortalecen lo político, la pertenencia. Hacen comprender a unas generaciones y otras que viven unidas en un único mundo común y compartido, que se va dejando de ancianos a jóvenes. Hay una transmisión en el saber, en la piedad. 

Sócrates interrumpe esta cadena con una pregunta. Sin afán destructivo se inicia así una amplitud en el logos que permitirá una aproximación más profunda a la realidad y revela el auténtico carácter del mito, de las relaciones, de la inquietud del corazón humano. 



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